Los síntomas de la membrana epirretiniana macular pueden incluir:

• Metamorfopsia: Líneas rectas que aparecen onduladas o deformadas.
• Disminución de la agudeza visual en la visión central.
• Dificultad para leer letras pequeñas o realizar actividades de detalle.
• Visión doble monocular en el ojo afectado.

Aunque puede aparecer de manera espontánea, existen factores que aumentan el riesgo de desarrollar una membrana epirretiniana macular:

• Edad avanzada: Más frecuente en personas mayores de 50 años.
• Desprendimiento del vítreo posterior, una condición común con el envejecimiento.
• Cirugías oculares previas, como la extracción de cataratas.
• Inflamación ocular crónica (uveítis).
• Traumatismos oculares.
• Enfermedades oculares previas, como la retinopatía diabética o la oclusión de la vena retiniana.

 
El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y el impacto en la calidad de vida del paciente:

• Observación: En casos leves, donde los síntomas son mínimos, se realiza un seguimiento regular sin intervención inmediata.

 

• Vitrectomía: En casos de gravedad moderada o avanzada, se recomienda este procedimiento quirúrgico para eliminar la membrana responsable del daño visual. Su objetivo principal es detener el deterioro progresivo causado por la enfermedad. En determinados pacientes, también puede lograrse una mejora significativa en la visión. Es importante tener en cuenta que la recuperación de la visión definitiva tras la vitrectomía puede llevar de 4 a 6 meses.