Dr. Gismero Moreno, Saturnino
Jefe de servicio
Oftalmólogo especialista en Retina
Las personas diabéticas tienen una probabilidad 25 veces mayor de sufrir ceguera que el resto de la población. Afortunadamente, el control adecuado de la enfermedad y la actuación terapéutica a tiempo, han demostrado su eficacia para evitar que esto pase.
Para ello el paciente debe ser consciente de su condición, tener un seguimiento médico por parte de un especialista en diabetes, acudir con regularidad al oftalmólogo y mantener de forma disciplinada unos hábitos de vida saludables en cuanto a dieta, ejercicio físico, peso, … De esta manera se llegará a un diagnóstico precoz y se podrá actuar desde la prevención.
Al igual que la descompensación metabólica originada por la diabetes afecta a otros órganos, la hiperglucemia cronificada también perjudica los vasos sanguíneos de la retina. La retinopatía diabética y el edema macular diabético son las principales patologías secundarias de la diabetes que dañan retina.
En el caso de la primera, la alteración de la microcirculación macular puede conducir a la disminución del aporte de oxígeno a la retina, no recibiendo la cantidad necesaria para su correcto funcionamiento, lo que se denomina isquemia y que puede llevar a la muerte de las neuronas de la neurorretina. Como el tejido nervioso no se regenera, el daño producido sería irreversible.
También se puede producir un “encharcamiento” de la mácula debido a la alteración de los vasos sanguíneos de la mácula y/o al carácter inflamatorio de la enfermedad, puedan dar lugar a un escape de fluidos intravasculares, originando el edema macular. Necesita de tratamiento adecuado para evitar la pérdida de la visión.
La retinopatía diabética puede tener otros efectos nocivos en la visión:
- Hemorragia vítrea diabética: los nuevos vasos sanguíneos aparecidos tras la isquemia tienden a sangrar con mayor facilidad, lo que tiñe el humor vítreo, comprometiendo su transparencia y llevando a la consiguiente pérdida de visión.
- Desprendimiento traccional de retina: El gel vítreo se contrae al ser invadido por los neovasos. Esto puede desplazar la retina hasta llegar incluso a separarla de la pared del globo ocular y/o romperla.
- Edema macular traccional: Otras veces la tracción tiene lugar de forma suave sobre la mácula, produciéndose un edema diferente al anteriormente mencionada (traccional frente a vasogénico/inflamatorio), ya que su origen es distinto, no tiene que ver con el deterioro vascular ni con el carácter inflamatorio de la diabetes.
El principal es el tiempo de evolución de la diabetes, así como no conseguir un buen control metabólico, siendo vital que los pacientes diabéticos se sometan al menos de forma anual a una revisión oftalmológica completa.
El mal control metabólico favorece las lesiones de la retina. Además de la medición de los niveles de glucemia a partir del pinchazo en el dedo, también se debería estudiar de forma periódica el porcentaje de hemoglobina glicosilada. De esta forma sabremos si tenemos hiperglucemias que no detectamos.
Existe evidencia científica de que, si la hemoglobina glicosilada es menor de 6,9%, se reduce la incidencia de la retinopatía diabética y el edema macular diabético. No obstante, es también muy importante evitar las hipoglucemias que se han demostrado muy nocivas.
El oftalmólogo realizará un estudio del fondo de ojo con:
El tratamiento de la retinopatía diabética y del edema macular diabético requiere de un alto grado de especialización y una elevada tecnificación.
El objetivo del tratamiento será el control de la enfermedad y el freno de su progresión. Sin olvidar que el mejor abordaje es el preventivo, manteniendo a raya la diabetes, la tensión arterial y el colesterol, así como siguiendo unos adecuados hábitos de vida.
Tratamiento láser
Denominado tratamiento focal cuando es para el edema, y panfotocoagulación cuando se aplica para la retinopatía diabética. El tratamiento con láser Argón es muy eficaz para la retinopatía diabética avanzada, evitando que se llegue a la ceguera. Es un tratamiento ambulatorio realizado en consulta. Puede ocasionar molestias, reducir el campo de visión y empeorar la visión nocturna, no obstante, suele ser bien tolerado por la mayoría de los pacientes. Requiere de 3 a 4 sesiones por cada ojo.
Fármacos anti-VEGF
Otra opción para la retinopatía diabética son las inyecciones intraoculares, que además pueden evitar muchos de los efectos adversos del tratamiento láser. No obstante, su efecto es transitorio por lo que es fundamental que las inyecciones, que deben realizarse regularmente, no se interrumpan. Si esto ocurriera sin supervisión, el pronóstico puede empeorar gravemente. Es muy importante que sean supervisadas por un oftalmólogo experto en diabetes.
Tratamiento para el edema macular diabético
Incluso cuando la retinopatía no está muy avanzada, el edema macular diabético puede causar una significativa pérdida de visión. Actualmente se trata con:
Dr. Gismero Moreno, Saturnino
Jefe de servicio
Oftalmólogo especialista en Retina
Dr. Alberte González, Antonio
Oftalmólogo
Especialista en Glaucoma
Dr. Flores Márquez, Ana
Oftalmóloga especialista en retina médica
Dr. Álvarez López, Alejandro
Cirugía oculoplástica y orbitaria
Dr. Partal, Carlos
Óptico y optometrista clínico
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