La resonancia magnética cardiaca utiliza un fuerte campo magnético para visualizar con gran exactitud el corazón, las válvulas cardiacas, las arterias y las venas.

Permite el estudio de la anatomía/estructura y la función cardiovascular en una sola exploración y sin necesidad de realizar un procedimiento de cateterización cardíaca.
 
Al no utilizar radiación ionizante es una técnica no invasiva y totalmente segura que no requiere contrastes yodados.

El especialista puede indicar esta prueba de imagen como método preventivo a aquellos pacientes que por diferentes motivos puedan tener algún tipo de afectación cardiaca, aunque no presenten ninguna cardiopatía conocida como:
 

• Pacientes con mala calidad de imagen ecocardiográfica

 

• Pacientes sometidos a tratamientos potencialmente cardiotóxicos (quimioterapia) para detección precoz del daño miocárdico

 

• Diagnosticar problemas cardiovasculares (tumores, infecciones y enfermedades inflamatorias)

 

• Pacientes con enfermedades sistémicas: hematológicas, reumatológicas, neurológica con el fin de detectar la afectación cardiaca de la enfermedad.

Existen factores de riegos con una alta probabilidad de sufrir algún tipo de cardiopatía y que es necesario tener controlados como:
 

• Pacientes diabéticos. Diagnóstico de cardiopatía isquémica silente y detección y caracterización de la miocardiopatía diabética

 

• Pacientes de alto riesgo cardiovascular. Detección precoz y control evolutivo de la cardiopatía hipertensiva e isquémica silente

 

• Cardiopatía en la obesidad y sobrepeso. Diagnóstico y seguimiento

En aquellos pacientes con cardiopatías diagnósticas, la resonancia cardiaca permite realizar un diagnóstico y seguimiento de pacientes con miocardiopatías como:
 

• Miocardiopatía dilatada

 

• Miocardiopatía hipertrófica

 

• Miocardiopatía infiltrativa

 

• Cardiopatía isquémica crónica

 

• Enfermedades valvulares

 

• Hipertensión pulmonar

 

• Patología pericárdica