Recepción, almacenamiento y distribución: La farmacia hospitalaria es responsable de recibir y almacenar los medicamentos que se utilizarán en el ensayo clínico. Esto incluye mantener condiciones de almacenamiento adecuadas, como control de temperatura y humedad, para asegurar la integridad de los fármacos.
 
Preparación y dispensación: Los farmacéuticos hospitalarios preparan y dispensan las dosis de los medicamentos de acuerdo con los protocolos del ensayo, garantizando la precisión en las dosis administradas a los pacientes.
 
Control de inventarios: Llevan un control estricto del inventario de los medicamentos en el ensayo clínico para asegurar que no haya pérdidas o errores en la distribución, lo cual es esencial para la validez del estudio y la seguridad del paciente.
 

Los farmacéuticos hospitalarios son responsables de asegurarse de que todas las actividades relacionadas con los medicamentos en los ensayos clínicos cumplan con las regulaciones nacionales e internacionales, como las Buenas Prácticas Clínicas (BPC) y las regulaciones de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) o la FDA en Estados Unidos.
 
Supervisan que el manejo de los medicamentos sea ético y transparente, especialmente cuando se trata de fármacos en fase experimental, que no están aprobados para uso general.

Monitorización y control de efectos adversos: La farmacia hospitalaria tiene un papel crucial en la monitorización de posibles reacciones adversas a los medicamentos durante los ensayos clínicos.
 
Los farmacéuticos ayudan a detectar e informar cualquier efecto adverso, lo que es esencial para la seguridad de los participantes.
 
Educación y asesoramiento: Los farmacéuticos informan a los médicos, enfermeras y a los pacientes participantes en el ensayo sobre el uso seguro y adecuado de los medicamentos, posibles interacciones y riesgos asociados. Esto es especialmente relevante en ensayos con medicamentos experimentales o en combinación con tratamientos estándar.

Los farmacéuticos hospitalarios colaboran estrechamente con investigadores, médicos y enfermeras para asegurar que el ensayo se realice según el protocolo establecido. Su conocimiento profundo de los medicamentos les permite aportar información clave en la toma de decisiones clínicas.
 
Además, ayudan a diseñar la parte farmacéutica de los protocolos de los ensayos clínicos, asegurándose de que los medicamentos sean manejados de manera correcta desde el punto de vista técnico y legal.

La correcta documentación del manejo de los medicamentos es fundamental para garantizar la trazabilidad de cada dosis administrada a los pacientes.
 
Los farmacéuticos hospitalarios se encargan de mantener registros precisos de todos los aspectos relacionados con el uso de medicamentos en el ensayo, lo que es esencial para el análisis final de los resultados y la auditoría del estudio.

Los farmacéuticos pueden aportar su experiencia en la selección de la mejor vía de administración, dosis y formulación de los medicamentos para maximizar la efectividad y seguridad del fármaco en estudio. Además, su intervención puede ayudar a ajustar los protocolos en función de las necesidades específicas de los pacientes, como aquellos con insuficiencia renal o hepática.

La farmacia hospitalaria también desempeña un papel en la evaluación económica de los medicamentos dentro de los ensayos clínicos, analizando los costos y beneficios potenciales de un nuevo fármaco antes de que se apruebe para el mercado. Esto contribuye a una mejor planificación en términos de acceso y presupuesto cuando un medicamento llega al mercado.