Tanto el Hodgkin como el no Hodgkin son linfomas: un tipo de cáncer que comienza en un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos. Los linfocitos forman parte del sistema inmunitario, que te protege de los gérmenes.
La diferencia entre el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin es el tipo específico de linfocitos que participan en cada uno. El patólogo puede establecer la diferencia entre un linfoma de Hodgkin y uno no Hodgkin examinando las células cancerosas al microscopio.
Para determinar el tipo específico de linfoma se usan pruebas adicionales.
El linfoma no Hodgkin puede causar muchos síntomas y señales diferentes dependiendo del tipo del linfoma y su localización en el cuerpo.
En ocasiones, puede que no cause ningún síntoma sino hasta que crece bastante. Algunos síntomas y señales comunes son:
Inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre, sudoración y escalofríos, pérdida de peso, agotamiento extremo, hinchazón del abdomen, sensación de llenura después de comer sólo una pequeña cantidad de comida, dolor o presión en el pecho, tos o dificultad para respirar
Ganglios linfáticos hinchados.
Aunque los ganglios linfáticos hinchados son un síntoma común de linfoma, con más frecuencia son causados por infecciones. Los ganglios linfáticos que crecen como reacción a una infección son denominados nódulos reactivos o nódulos hiperplásicos y son, con frecuencia, dolorosos al tacto.
El linfoma ocupa el séptimo lugar en incidencia por tipo de cáncer tanto en hombres como mujeres, permaneciendo estable en los últimos años. En España se diagnostican unos 5.400 casos nuevos de Linfoma no Hodgkin al año. En cuanto a la mortalidad, ocupa el noveno puesto de causa de muerte por tumor en ambos sexos, representando un 3% del total de muertes por cáncer. La mortalidad por este tumor ha ido disminuyendo desde finales de los años noventa, a un ritmo de un 3% menos de mortalidad anual reflejando una mejora clara en la eficacia de los tratamientos.
El linfoma no Hodgkin crece y se disemina a velocidades diferentes; puede ser de crecimiento lento o de crecimiento rápido. Los tratamientos para el linfoma de crecimiento lento y el linfoma de crecimiento rápido son diferentes.
Existen muchos tipos diferentes de linfoma no Hodgkin, de forma que determinar la clase de un linfoma puede causar bastante confusión (incluso para los médicos). Los tipos de linfomas más comunes se clasifican frecuentemente basándose en si se originan de los linfocitos B o los linfocitos T. Los linfomas de células B representan la mayoría (alrededor del 85%) de los linfomas no Hodgkin, mientras que los linfomas de células T representan menos del 15%. Existen muchos tipos de linfoma de células T, aunque todos son relativamente poco comunes.
En muchos centros médicos alrededor del mundo se han estado realizando investigaciones sobre las causas, la prevención y el tratamiento del linfoma no Hodgkin.
Genética.
Los avances logrados en la comprensión de los cambios del ADN en las células de linfoma han dado como resultado mejores pruebas y más sensibles para detectar la enfermedad. Algunas de estas pruebas ya se están usando, y otras están en desarrollo. Cuando todo esto se entienda bien, se podrán desarrollar medicamentos que bloqueen estos procesos.
Tratamiento.
La mayor parte de la investigación sobre el linfoma no Hodgkin se enfoca en buscar nuevas y mejores maneras de tratar esta enfermedad.
Quimioterapia.
Se están estudiando muchos medicamentos nuevos de quimioterapia en estudios clínicos y nuevas maneras de combinar medicamentos usando diferentes dosis o diferentes secuencias de administración de medicamentos.
Trasplantes de células madre.
Los investigadores están mejorando continuamente los métodos de trasplante de células madre, incluyendo nuevas maneras de recolectar las células madre antes del trasplante.
Terapias dirigidas.
A medida que se sabe más sobre las células de linfoma se han podido desarrollar medicamentos más recientes que atacan partes específicas de estas células. Estos medicamentos de terapia dirigida son distintos a los que se usan en la quimioterapia convencional, los cuales atacan a todas las células de rápido crecimiento. Los medicamentos de terapia dirigida pueden funcionar en algunos casos en los que la quimioterapia no es eficaz, y a menudo presentan diferentes efectos secundarios.
Inmunoterapia.
Desde hace algún tiempo, los médicos saben que los sistemas inmunitarios de las personas pueden ayudar a combatir sus cánceres. En la actualidad, los científicos están tratando de crear nuevas maneras de promover esta reacción inmunitaria. Algunos tipos de inmunoterapia ya se utilizan para tratar el linfoma, como los anticuerpos monoclonales o los inhibidores del punto de control.
Terapia de células T con receptores antigénicos quiméricos (CAR), una técnica que ha mostrado resultados alentadores en estudios clínicos preliminares realizados contra algunos linfomas difíciles de tratar.
Vacunas contra linfomas:
De forma contraria a las vacunas convencionales, estas vacunas están diseñadas para ayudar a tratar, no a prevenir los linfomas. El objetivo es crear una reacción inmunitaria contra las células de linfoma en los pacientes cuya enfermedad está en sus primeras etapas o en pacientes cuya enfermedad está en remisión. Hasta el momento, las vacunas contra linfomas sólo están disponibles en estudios clínicos.
Antibióticos.
Algunos tipos de linfoma están fuertemente vinculados a las infecciones. Los investigadores están descubriendo que, en algunos casos, tratar la infección realmente ayuda a tratar el linfoma. Por ejemplo, el linfoma gástrico MALT, el cual está relacionados con infección por la bacteria Helicobacter pylori, a menudo puede ser tratado con antibióticos. Puede que se necesiten más estudios antes de que los antibióticos formen parte del tratamiento convencional de este tipo de linfoma.
● La tasa relativa general de supervivencia a 5 años para las personas con linfoma no Hodgkin es de 70%, y la tasa relativa de supervivencia a 10 años es de 60%. Pero es importante tener en cuenta que las tasas de supervivencia pueden variar ampliamente en los diferentes tipos y etapas de linfoma.
● El índice internacional de pronóstico del linfoma depende de cinco factores: La edad del paciente, la etapa del linfoma, si el linfoma está o no en órganos fuera del sistema linfático, estado general de la persona y el nivel de lactato deshidrogenasa (LDH) en la sangre, el cual aumenta con la cantidad de linfoma en el cuerpo
Fuentes: Mayoclinic / Sociedad española de Oncología Médica / National Cancer Institute /American Cancer Society
marzo 31, 2020
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