Hace un par de semanas, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dio luz verde al uso de Lecanemab como opción terapéutica para intentar frenar la progresión de una enfermedad tan prevalente e incapacitante, como la enfermedad de Alzheimer.
A pesar de que en países como Estados Unidos, Japón, Israel, Corea del Sur o Emiratos Árabes se ha empezado a utilizar este medicamento, Europa no ha decidido aprobarlo hasta ahora, debido principalmente a sus potenciales efectos secundarios, pero también a sus modestos resultados clínicos presentados en ciertos grupos de pacientes, o a la incertidumbre en cuanto a sus resultados a largo plazo.
Lecanemab ha demostrado retrasar el avance de la enfermedad, actuando sobre la acumulación de placas de amiloide en el cerebro de los pacientes, siendo esta acumulación asociada al desarrollo de la enfermedad del Alzheimer.
La aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento no está exenta de condiciones y restricciones, en aras a garantizar la seguridad y la correcta administración del fármaco. Por tanto, Lecanemab ha sido aprobado exclusivamente para pacientes que cumplan los siguientes criterios:
Además, todos los pacientes deberán hacerse resonancias magnéticas craneales seriadas con el objetivo de evaluar y detectar de forma precoz posibles efectos adversos asociados al fármaco. Por tanto, solamente lo podrán prescribir y administrar centros y médicos especializados en el manejo del Alzheimer.
Sin embargo, esta aprobación tan solo supone un paso intermedio, dado que el uso de Lecanemab en España todavía debe ser evaluado y aprobado por la Comisión Europea y otros organismos a nivel nacional.
Todavía es pronto para conocer la eficacia y los efectos a medio y largo plazo de Lecanemab, pero es muy positivo que se abran nuevos abordajes terapéuticos ante una enfermedad que a día de hoy no tiene cura, y cuya incidencia es cada vez mayor debido al aumento de la longevidad de la población general.
En España, 1 de cada 10 personas de más de 70 años sufre algún tipo de demencia primaria, siendo la enfermedad de Alzheimer la más prevalente. Su progresión hace que la persona afectada sufra un deterioro progresivo en diferentes funciones cognitivas, especialmente fallos de memoria en cuanto a hechos recientes, lo que tiene un impacto muy significativo en la calidad de vida y autonomía del paciente.
Dr. Nicolás Ciano
Neurólogo en HC Marbella
diciembre 10, 2024
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