En HC International Hospital para conseguir las tasas más altas de curación en la infección por hepatitis C, disponemos de los nuevos fármacos comercializados en España.
La hepatitis es una inflamación del hígado que en este caso es producida por un virus llamado virus c de la hepatitis. Existen varios tipos de este virus, conocidos como “genotipos” del virus que se numeran para distinguirlos: genotipo 1, 2, 3… etc.
La forma de adquirir la infección es fundamentalmente por el contacto con sangre de una persona infectada. Las transfusiones sanguíneas eran hasta 1990 la principal vía de contagio, fecha en la que tras descubrirse la existencia de este virus, permitió rechazar aquellos donantes en los que se detectaba. Otras formas de infección son a través del uso compartido de jeringuillas infectadas o utensilios en contacto con sangre, como maquinillas de afeitar. La realización de tatuajes, “piercings” o acupuntura con materiales no bien esterilizados puede ser otra fuente de contagio. Las relaciones sexuales con múltiples parejas sin protección puede también favorecer su transmisión, siendo más raro la infección en las relaciones sexuales en parejas estables, y solo el riesgo es significativo después de muchos años. Las madres también podrían contagiar a sus hijos durante el parto, pero este riesgo se ha visto sobre todo cuando están además contagiadas por el VIH.
Hasta en un tercio de los casos no es posible identificar la forma de infección. Es probable que en muchos casos se debiera a una inyección con jeringuillas no desechables que se utilizaban antes.
Una vez que el virus entra en contacto con la sangre, produce una hepatitis aguda, pero en un porcentaje muy alto, de un 70-80% de los casos, esta hepatitis aguda se hace crónica en lugar de curarse. Una vez que la hepatitis se cronifica puede estar muchos años en situación de estabilidad, pero hasta un 20% desarrolla una cirrosis al cabo de 20-25 años. Esta cirrosis altera el funcionamiento del hígado y además tiene un mayor riesgo de desarrollar tumores.
La hepatitis aguda c produce síntomas parecidos a una gripe, con malestar general, cansancio, inapetencia y a veces puede aparecer ictericia, es decir, color amarillento de los ojos y/o la piel.
En la fase de hepatitis crónica muchas veces no hay síntomas o bien puede haber algo de cansancio. Cuando evoluciona a cirrosis pueden aparecer los síntomas propios de las complicaciones de esta enfermedad.
La presencia de anticuerpos frente al virus de la hepatitis c en la sangre nos indicará que ha habido un contacto con dicho virus. La demostración de la presencia del virus en la sangre (es lo que llamamos carga viral) nos confirma la existencia de una infección.
Una vez confirmada la presencia de una hepatitis crónica por virus C es necesario realizar algunos estudios. Normalmente se hace una analítica completa de sangre, se analiza el tipo específico del virus C (el genotipo) y algunas características del mismo (diversos polimorfismos del virus) que nos sirve para saber cuál puede ser la respuesta del virus al tratamiento. También suele realizarse una ecografía para ver el estado del hígado y es posible que se valore la necesidad de realizar una biopsia para conocer el daño del hígado antes de iniciar el tratamiento, si bien en muchas ocasiones esta prueba se sustituye por otra llamada “elastografía hepática” (el aparato utilizado se llama Fibroscan) que es parecida a una ecografía y que mide la dureza del hígado, lo que traduce el grado de daño hepático.
Con todos estos datos el especialista estará en disposición de conocer la situación actual del hígado y la necesidad de tratamiento.
Durante muchos años el tratamiento disponible para la hepatitis crónica C ha estado estancado en la combinación de dos medicamentos: el interferón pegilado (una inyección que se pone semanalmente) y la ribavirina (unas pastillas que se toman diariamente). Este tratamiento consigue eliminar la infección en un porcentaje que va del 30 al 80% según sea el genotipo viral.
La duración del tratamiento es variable, pero suele ser de aproximadamente un año para los genotipos 1 y 4. En el caso de los genotipos 2 y 3 suele ser de 6 meses. En determinadas circunstancias pueden acortarse estos tiempos.
En los últimos 3 años hemos asistido a un avance importantísimo en el tratamiento del VHC, desarrollando fármacos que actúan sobre diversas dianas del virus consiguiendo aumentar la tasa de curación de la infección hasta llegar a carca del 100% incluso con los genotipos y condiciones en los que era más difícil conseguir dicha curación y permitiendo dejar de utilizar el interferón, uno de los fármacos cuya administración es peor tolerada. Además de forma muy reciente están comercializados varios de estos fármacos, lo que posibilita que se puedan establecer combinaciones de los mismos para conseguir esas altísimas tasas de curación, sin depender del uso del interferón, con la consiguiente minimización de efectos secundarios.
En HC International Hospital disponemos para conseguir las tasas más altas de curación en la infección por hepatitis C de los nuevos fármacos comercializados en España: sofosbuvir, simeprevir y daclatasvir, y en breve dispondremos de nuevas combinaciones, pudiendo ofrecer el mejor tratamiento posible libre de interferón.
Dr. José Miguel Rosales Zábal
Especialista en Aparato Digestivo
HC Marbella International Hospital
marzo 4, 2015
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