Sí, aunque parezca mentira, según una encuesta de Prostate Cancer UK, una organización dedicada a la investigación del cáncer de próstata, uno de cada cinco británicos no sabía ni siquiera que tenía esta glándula. Algo alarmante, teniendo en cuenta que el cáncer de próstata es la causa más común de muerte por cáncer en los hombres.
La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino cuya función principal es producir el líquido seminal que trasporta a los espermatozoides durante la eyaculación.
Seguramente asocias los problemas de próstata a personas mayores, pero no es así: la próstata también puede causar problemas en hombres jóvenes. Si bien las patologías de próstata suelen aparecer en hombres de más de 50 años, ésta puede originar problemas también en edades más tempranas. Es el caso de la prostatitis, que es la causa de aproximadamente el 25 por ciento de las consultas médicas de los hombres de entre 20 y 40 años de edad.
La prostatitis es una inflamación de la próstata producida, la mayor parte de las veces, por una infección bacteriana. Es más común de lo que se cree y afecta a muchos hombres en algún momento de la vida. Existen varios tipos de prostatitis, entre los cuales se incluyen los siguientes:
Prostatitis aguda: una infección bacteriana repentina con inflamación de la próstata. Puede ser causada por cualquier bacteria que pueda causar una infección urinaria. Es la forma menos común de prostatitis, pero los síntomas suelen ser más importantes, e incluyen micción frecuente (incluyendo por la noche); dolores en la pelvis y zona de los genitales, fiebre, escalofríos, nauseas, vómitos y sensación de quemazón al orinar. El diagnóstico se realiza mediante la exploración física (tacto rectal), analítica de sangre y un sedimento y cultivo de orina. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos durante un período variable, dependiendo de la gravedad de la infección. El tipo de antibiótico dependerá de la bacteria responsable de la prostatitis.
Prostatitis crónica: se caracteriza por infecciones repetidas del tracto urinario por bacterias que infectan la glándula prostática crónicamente. Quien la padece puede estar orinando con sensación de quemazón, frecuentemente, y con dolor. El diagnóstico suele ser desafiante porque a menudo es difícil encontrar la bacteria en la orina, y se necesita recolectar una muestra del líquido de la próstata y cultivarla. El tratamiento incluye antibióticos por tiempo prolongado, a veces a bajas dosis. En caso de complicaciones o prostatitis demasiado recurrentes, no dudes en acudir de nuevo al urólogo para que evalúe las causas y la gravedad de la cuestión. Algunos hombres deben recurrir a una intervención quirúrgica para curar completamente la prostatitis.
– Evita montar en bicicleta con un asiento inapropiado, existen sillines prostáticos específicos..
– Bebe mucha agua y alimentos ricos en fibra, no consumas alcohol, cafeína ni alimentos picantes o ácidos, pues estos alimentos irritan la próstata.
– Toma baños de asiento con agua tibia.
– Evitar situaciones de estrés, suelen darse recaídas en pacientes que se someten a estas situaciones.
Dr. José Manuel Fernández Montero
Jefe de la Unidad de Urología
agosto 1, 2017
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