Si eres una persona con sobrepeso elevado u obesa y en especial si eres mujer, puede ser que debido a ello experimentes un sentimiento de discriminación social y laboral, que conlleva habitualmente a una disminución de tu autoestima y tu calidad de vida en general. Los tratamientos, a veces complejos y de larga duración o crónicos, sumado al alarmismo social, la presión mediática y las dietas milagro que corren por redes sociales y medios de comunicación te dificultan la consecución de resultados satisfactorios.
Diversos estudios han demostrado que la clave del éxito en el control del peso depende del grado de adherencia a la dieta (no tanto del tipo de dieta) y éste depende a la vez del nivel de motivación en el que se encuentre el paciente.
Esto condicionará no sólo que tú comprendas tu problema de peso, sino el tratamiento que se ha escogido en tu caso. Por otro lado interesa que el profesional en nutrición sea capaz de motivarte a acometer un cambio de hábitos (alimentarios o no) que muchas veces están muy arraigados o ligados a tu conducta natural y resultan muy difíciles de modificar.
Tu motivación propia constituye un aliado de la terapia para la pérdida de peso. El profesional puede evaluar tu nivel de motivación desde la primera visita con unas sencillas preguntas, en las que no sólo se tendrá en cuenta la respuesta sino la convicción con la que las respondes.
En cuanto a las expectativas, el profesional debe hacer especial hincapié en objetivos sencillos, claros, realistas y pactados contigo a corto plazo para evitar la frustración en caso de recaída y aumentar la motivación y el refuerzo positivo con la superación de los mismos. Estos tendrán que ver con la pérdida de peso, el mantenimiento del peso perdido y la no recuperación del peso perdido.
Un requisito indispensable en un tratamiento eficaz es la motivación del propio paciente, la cual se detecta con unas preguntas básicas y la convicción con la que el paciente responde a ellas:
¿Quiere usted tratarse?
¿Estaría usted dispuesto a perder peso?
¿Se siente capaz de afrontar el tratamiento?
¿Cuál es la razón principal que le motiva a perder peso?
¿Que está dispuesto a hacer para conseguirlo?
Siendo conscientes de la diversidad de causas de la obesidad, el diseño del tratamiento debe tener en cuenta diversas variables: hábitos alimentarios, conducta alimentaria y social, nivel de ansiedad, percepción de la imagen, etc.
El programa deberá incluir siempre una evaluación pre-tratamiento y una post-tratamiento con el objetivo de identificar los cambios conductuales producidos.
Una vez detectado el nivel de motivación, la entrevista motivacional resulta una herramienta útil que permitirá al profesional provocar un aumento en la motivación del paciente, respetando sus decisiones sin caer en penalizaciones ni juicios de valor y resolver ambigüedades en la conducta.
Por ejemplo: Si acudes a la revisión con un peso superior al anterior por un escaso control en la ingesta, lo más acertado no es juzgarte sino empatizar contigo, pues el hecho de acudir a la consulta indica que no eres indiferente a tu conducta y necesitas ayuda en el tratamiento. En este caso sería útil ayudar a que el paciente diferencie por sí mismo cuál es su conducta real y la conducta que debería asumir, con preguntas como “¿qué le parece lo que le he dicho?” o “¿desea que le explique algo más sobre lo que hemos hablado?”. explica el Dr. Aguilar Urbano, Especialista en Aparato Digestivo en HC Marbella.
Además, es imprescindible fomentar el refuerzo positivo tanto ante logros como pérdidas moderadas de peso que provocan una considerable mejora en la autoestima, las relaciones sociales y sexuales, la auto-percepción y las diferentes actitudes delante de la comida.
Los profesionales debemos identificar en qué etapa del cambio se encuentra el paciente. De esta manera el abordaje será más acertado y se evitarán rechazos, interpretaciones incorrectas o falta de efectividad del tratamiento, prosigue el doctor Aguilar.
Los psicólogos Prochaska y Di Clemente elaboraron un modelo del cambio que surgió con el objetivo de comprender cómo se produce el cambio de las personas ante una determinada conducta.
Así, establecieron que existen 5 etapas del cambio y en cada una de ellas la intervención nutricional, bien sea de una forma más tradicional o a través de alguna de las técnicas quirúrgicas de vanguardia que realizamos en HC Marbella, se basará en unas características determinadas con el objetivo de ser eficaz.
1. Pre contemplación. No consideras tu conducta motivo de preocupación ya que muchas veces las posibles enfermedades ligadas al exceso de peso no son evidentes a simple vista, como es el caso del perfil lipídico.
En este estado es importante proporcionarte más información, evitando aquella que no has solicitado para no provocar resistencia. Por ejemplo: ¿qué puedo hacer por ti? o ¿cómo puedo ayudarte? En lugar de: deberías bajar de peso o tu riesgo cardiovascular es muy elevado por culpa de tu obesidad. Será necesario que te ayuden a creer en tu propia capacidad de cambio (autoeficacia) y la valoración deberá ser personalizada.
2. Contemplación. Ya consideras el problema y la posibilidad del cambio. El especialista deberá ayudarte desarrollar habilidades para el cambio de conducta, ofrecerte apoyo y proporcionarte material de ayuda, así como colaborar contigo en la elaboración de un plan de acción aceptable, con objetivos concretos, útiles, alcanzables y medibles a corto plazo. Objetivos que pueden oscilar entre la perdida de una determinada cantidad de peso o disminución de la tensión arterial hasta, simplemente, la no ganancia de peso. Este último puede parecer mínimo, pero también puede ser el único alcanzable y realista a corto plazo. Otros pueden tener un efecto más gratificante, como la mejora en la calidad de vida (poder atarse los zapatos, respirar y dormir mejor).
3. Acción. En esta fase es importante incrementar el sentido de la autoeficacia, ofreciéndote apoyo y ayudándote a prepararte ante posibles problemas.
4. Mantenimiento. Muchas veces te aparecerá la añoranza del placer que provocaban las actitudes que estás abandonando (tomar determinados alimentos que te gustaban, una siesta en el sofá en lugar de hacer deporte), en estos casos el especialista deberá ayudarte a prepararte ante posibles recaídas. Si es posible, evaluar contigo las situaciones de alto riesgo y desarrollar conjuntamente habilidades para afrontarlas: ¿Cómo ves el seguimiento de la dieta en estas navidades? o ahora que hace frío, ¿qué tipo de ejercicio te parece el más adecuado?
5. Recaída. La principal tarea del especialista será la de ayudarte al a comprender los motivos de la recaída y ayudarte a hacer planes para el próximo intento. Ofrecerte apoyo y promover tu autoconfianza en tu capacidad para cambiar. Y si recaes, que este hecho no lo veas como un fracaso sino como algo frecuente y normal en el proceso del cambio e incluso necesario en un contexto de aprendizaje como es el cambio de hábitos arraigados.
Si tú o alguno de tus hijos tiene sobrepeso, no demores en consultarnos.
En HC Marbella queremos ayudarte a que la obesidad no afecte negativamente a tu calidad de vida ni a la de los tuyos, en un ambiente libre de estrés, confortable y moderno que ayuda a los pacientes a sentirse lo más cómodos posible junto a un equipo integral formado por digestivos, psicólogos y enfermería que te acompañará en todo el proceso.
En la Asociación Española de Personas Obesas encontrarás también asesoramiento y apoyo ante la obesidad; además de útiles artículos, talleres y últimas investigaciones relacionadas.
marzo 4, 2021
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