Pues no sólo, aunque sí es verdad que los niños son los más propensos a sufrir la enfermedad, y raras veces comienza en la edad adulta. El eczema atópico o dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que aparece en niños y adultos y se caracteriza por una piel especialmente seca y sensible. Es muy común, afecta hasta el 10-20% de los niños, pero tranquilos: no es contagiosa. Se trata de una alteración crónica (es decir, puede durar años), lo que quiere decir que el niño tendrá momentos mejores o peores (brotes): dependiendo del clima, la época del año, el estado de hidratación de su piel…
Si bien la dermatitis atópica es una enfermedad asociada a un desequilibrio del sistema inmunológico, se acepta que tiene un gran componente genético y que cada vez influyen más los factores medioambientales. En las familias con niños con dermatitis atópica es frecuente encontrar miembros (padre, madre, hermanos, tíos…) con antecedentes de alergias que han sufrido esta enfermedad. Además, la contaminación -especialmente en las ciudades-, la higiene excesiva con uso de jabones, la dureza del agua, etc., son factores que pueden influir en la aparición de esta enfermedad.
Las lesiones pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo, aunque la apariencia de éstas y las áreas afectadas difieren según se trate de bebés, niños y adultos.
En los bebes aparece más frecuentemente en la cara, sobre todo en las mejillas y el cuero cabelludo, así como en la cara extensora de brazos y piernas. En los niños más mayores las zonas más comunes que están afectadas son los pliegues de los codos y de las rodillas, el cuello, las muñecas, los tobillos, y las flexuras que se forman entre las nalgas y las piernas.
Es normal; te sientes impotente y te da miedo que el niño se provoque más lesiones por el picor.
Por eso, y aunque no existe «cura» para la dermatitis atópica, sí que puede controlarse; para ello es fundamental que se apliquen lociones hidratantes para aliviar la sequedad de la piel, la irritación y el picor. Una piel suave sufre menos picor y por lo tanto es menos propensa a rascarse y sufrir irritación.
Cuando se producen los brotes es importante complementar la hidratación con los medicamentos que recete el médico. Habitualmente son cremas que suelen contener corticoides, que se han mostrado eficaces y rápidas para aliviar los síntomas de las crisis, y que además muestran un gran perfil de seguridad si se usan de una manera adecuada.
– Evita si es posible factores que puedan desencadenar un brote de dermatitis atópica como el calor, la humedad escasa o el contacto con ciertos tejidos, por ejemplo lana o seda; mejor usar prendas de algodón.
– Sabemos que es difícil, pero debes evitar que tu bebé se rasque las lesiones, ya que puede dar lugar a lesiones más importantes e incluso a infecciones dérmicas. En los niños pequeños, es aconsejable cortarles las uñas para evitar que se lesionen la piel al rascarse.
– El baño debe ser corto, con agua templada. Para el baño utiliza un jabón de pH ligeramente ácido y sin agentes irritantes. Seca luego la piel sin frotar con una toalla suave y aplica siempre una crema emoliente.
Es muy raro que los bebés sufran dermatitis atópica en el área del pañal. Aunque la dermatitis del pañal puede tener un aspecto similar, es una zona demasiado húmeda como para que aparezca una dermatitis atópica, señala el Dr. del Boz, dermatólogo de HC Marbella.
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Dr. Javier del Boz
Especialista en Dermatología
agosto 8, 2017
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