*Qué funciona y qué no contra la calvicie.
*El trasplante capilar con técnica FUE (“Follicular Unit Extraction”) encabeza los avances que ha visto la cirugía capilar en los últimos años.
El medicamento que le devolvió el pelo a Donald Trump, el turismo capilar en Turquía y champús anticaída, son algunas de las esperanzas de la mitad de los hombres y hasta el 10% de las mujeres del mundo. Sufren de alopecia androgenética.
Un estudio publicado en la revista Jama Facial Plast en 2016 sugería lo que para muchos es una verdad absoluta: que los hombres resultan más atractivos (y parecen más jóvenes) con pelo. Si sumamos a esto que la alopecia androgenética, la forma más común de calvicie, afecta a casi la mitad de los varones y hasta al 10 % de las mujeres, resulta fácil de entender la enorme cantidad de remedios, con y sin evidencia científica, que encontramos hoy en día.
Cuando la piel del cuero cabelludo comienza a verse y la densidad capilar disminuye, es hora de tomar cartas en el asunto.
La alopecia androgenética es causada por la acción de las hormonas masculinas, pero afecta a hombres y mujeres jóvenes a cualquier edad tras la adolescencia, aunque en ellas es más común que empiece tras la menopausia.
Entre los tratamientos médicos probados científicamente más contra la calvicie están el finasteride y el dutasteride, que bloquean una enzima que hace que la hormona testosterona se transforme en otro metabolito que activa la calvicie. Estos fármacos tienen un perfil de seguridad excelente, pero hay que tomarlos de por vida. El Minoxidil es también un tratamiento muy popular, en forma de loción. Al igual que los anteriores, hay que utilizarlo de forma continuada, en este caso friccionando el cuero cabelludo dos veces al día.
Existe un tercer método para luchar contra la calvicie de forma efectiva: el trasplante. La técnica FUE (“Follicular Unit Extraction”) encabeza los avances que ha visto la cirugía capilar en los últimos años. El Dr. Alcaide, especialista en trasplante capilar en HC Marbella resume el proceso: “Es muy poco invasiva, consiste en extraer pelo a pelo microinjertos de una zona que no tiene la enfermedad, como la nuca, y con anestesia local se implanta”.
La operación es muy laboriosa, y requiere de mucho personal como ayudantes. El rechazo es inexistente al tratarse de células propias y sólo es necesaria una intervención, pero el experto advierte: “El pelo que se injerta no tiene la enfermedad y se mantiene, pero si no controlas el propio, el que te queda continúa desapareciendo y en unos años el balance es negativo”. La solución es sencilla: o esperar a que el pelo propio se estabilice, o bien tratarlo con alguno de los fármacos mencionados en este artículo. “A muchos pacientes jóvenes les venden el implante, pero por dejadez o falta de tiempo no hacen el tratamiento y siguen perdiendo pelo aunque el implante esté bien hecho”, comenta el Dr. Alcaide.
La Dra. Meyer, especialista también en HC Marbella cree que la técnica FUE ha demostrado ser una muy buena opción para aquellos pacientes con alopecias pequeñas, o incluso en aquellos pacientes que han tenido intervenciones previas donde la zona donante ha podido quedar deteriorada, ya que la técnica FUE permite que la superficie donante sea mayor. Pacientes con alopecias avanzadas pueden tratarse con la técnica FUE, pero debe tener una zona donante con una densidad por encima de la media así como unas buenas características capilares, dejando al mismo tiempo más opciones de cara al futuro.
Para poder realizar una intervención con la técnica FUE, la zona donante debe de raparse totalmente. Este afeitado, permite al cirujano ver la dirección y ángulo de la UF en el cuero cabelludo, siendo un aspecto muy importante para reducir el número de transecciones de folículos. Una vez realizados los punch, las UF´s se extraen con pinzas una a una.
El trasplante de pelo se ha asociado en los últimos años a Turquía, donde el Gobierno intentó fomentar el turismo médico con precios más asequibles que los del resto de Europa. El Dr. Alcaide confiesa que se le “ponen los pelos de punta” al ver imágenes de lo que parece un “hospital de guerra”, con “salas enormes donde pacientes tumbados en colchonetas en el suelo son atendidos de diez en diez por técnicos supervisados por un único médico”. En España esa forma de hacer un trasplante es simplemente inaceptable, apostilla la Dra. Meyer.
Los remedios nombrados hasta este punto son los más utilizados por sus resultados, pero en los últimos años se están utilizado otros tratamientos novedosos de los que ya se va teniendo cada vez más experiencia, positiva unas veces, no tanto en otras.
Una de estas alternativas es el plasma rico en plaquetas. El Dr. Alcaide explica su base científica: “Se extrae de la sangre del paciente, se procesa para concentrar los factores de crecimiento y se inyecta en el cuero cabelludo”. Su aplicación sobre los tejidos propicia la formación de colágeno y la aparición de nuevos vasos sanguíneos, imprescindibles para estimular el crecimiento de cabello nuevo. La infiltración de PRP resulta recomendable para aquellos que aún mantengan los bulbos pilosos, para que pueda existir una revitalización capilar, por lo que cuanto antes se aplique, mejores resultados se obtendrán.
La inyección de células madre es una alternativa con menos experiencia. Consiste en extraer tejido de una zona no afectada, como la nuca, para inyectar las células madre. Otra opción son los tratamientos con láseres, de los que se sabe relativamente poco: “Parece que ayudan a estabilizar si se usan de forma continuada, pero es pesado porque hay que hacerlo tres veces por semana”.
Según los expertos, hay una la larga lista de soluciones milagrosas que ni frenan la alopecia ni mejoran la densidad capilar: Las vitaminas tienen un efecto cosmético, pero no médico. El champú anticaída no existe, porque es un producto que te limpia el cuero cabelludo y el pelo, pero no penetra hasta la raíz, que está 3 milímetros bajo la piel.
Carboxiterapia, ozonoterapia, masajes, neuromodulador capilar, levadura de cerveza… El Dr. Alcaide lamenta que muchos pacientes se gasten 20.000 euros en tratamientos “con mucho marketing pero sin evidencia lógica ni científica”.
Siempre se debe recordar que la alopecia androgénica es de origen genético y, por lo tanto, no tiene cura. En cuanto se comienza a generar testosterona durante la adolescencia, se activará el proceso. Es como la diabetes, la hipercolesterolemia familiar o la hipertensión arterial esencial: mientras no podamos modificar los genes implicados, el tratamiento sólo frena el problema.
Esto quiere decir que los fármacos mencionados en este texto como antes se ha citado, deben ser tomados de por vida o, como dice la Dra. Meyer, “mientras al paciente le preocupe”. Lo importante es que si se trata se haga “cuanto antes mejor” y asegura que tras dejar de tomarlos se pierde “un 50 % de lo ganado”. “No sirve de nada hacerlo tres meses, mínimo un par de años”, y añade que “mucha gente comienza a usar el minoxidil, que no se nota hasta los seis meses y lo deja al cabo de un par porque cree que no le sirve”.
Los Dres. insisten en que la alopecia androgenética es un tema estético que no afecta a la salud. Se puede hacer un tratamiento conservador o no hacerlo. Hay quien tiene asumido que se va a quedar calvo como su padre, aunque en mujeres sea más difícil de aceptar. Quizá la clave sea aceptarse a uno mismo como humor, como reza una frase atribuida al filósofo romano Séneca: “Yo no me considero calvo, solamente soy más alto que mi pelo”.
Consúltanos tu caso. Nuestros especialistas en trasplante capilar de HC Marbella lo valorarán y te dirán si te puedes beneficiar de alguno de los tratamientos disponibles, con trasplante capilar o sin él.
Fuentes: Dr. Alcaide / Dra. Meyer.
Hunt, Nigel & McHale, Sue. (2005). The psychological impact of alopecia. BMJ (Clinical research ed.) / JAMA Facial Plast Surg. 2016;18(6):413-418. Perception of Hair Transplant for Androgenetic Alopecia.
marzo 7, 2019
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