La enfermedad más temida aguarda falsas creencias que deberían ser desterradas para evitar miedos.
Cáncer es una palabra que evoca fuertes sentimientos y está asociada con un gran miedo aunque no debería ser así. Muchos pacientes mantienen nociones preconcebidas sobre el cáncer que no son exactas, normalmente fruto de informaciones sesgadas o malinterpretadas y que a menudo son más temibles que la realidad. Y aunque hay muchas más, nos centraremos en las 10 que creemos son más relevantes.
Afortunadamente, en la actualidad el cáncer se llega a curar en un 50-60% de los casos, porcentaje que en algunos casos, como el cáncer de mama, llega al 90%. Hay que entender, no obstante, que el término curación, en relación al cáncer se refiere a que ha transcurrido un tiempo de entre 5 y 10 años (dependiendo del tipo de tumor) sin que haya rastro de la enfermedad (tumor).
La mayoría de las formas de cáncer, según en qué momento se detectan, son tratables y curables. Algunas formas de cáncer se pueden incluso curar en fases avanzadas. Además de poder curar el cáncer de testículos avanzado y los linfomas como la enfermedad de Hodgkin y los linfomas no Hodgkin. Se espera en un futuro próximo poder curar la mayoría de formas de cáncer de mama, colon, próstata y piel, incluyendo al melanoma.
El cáncer por sí mismo no hace que se caiga el cabello, algunas formas de tratamiento para el cáncer como la quimioterapia y la radioterapia sí tienen capacidad para ello. Por ello, en cierta medida este hecho es cierto.
Sin embargo, es importante saber que existen muchos tratamientos que producen una limitada o ninguna caída del pelo. Estimamos que alrededor de la mitad de las quimioterapias que pueden emplearse no ocasionan la caída del cabello. Los fármacos dirigidos más novedosos que no son los tradicionales tampoco hacen que el pelo se caiga durante el tratamiento.
No se puede coger el cáncer de otra persona ni por contacto físico ni secreciones o cualquier otra cosa en el aire, no es contagioso. Sin embargo, en parte existe alguna verdad contenida en esta falsa creencia ya que algunos virus o bacterias, que sí se pueden transmitir de persona a persona pueden contribuir a aumentar el riesgo de cáncer.
El ejemplo más conocido es el del virus del papiloma humano (VPH) que puede conducir a un mayor riesgo de cáncer de cuello de útero y cáncer orofaríngeo, un tipo de cáncer de cabeza y cuello. El virus Epstein-Barr se ha vinculado al cáncer de nariz y garganta y a ciertos linfomas. Los cánceres derivados de virus pueden tardar décadas en desarrollarse en relación con el momento de la exposición, y para algunos, como el VPH existe vacuna.
Actualmente se estima que el cáncer es hereditario en un número pequeño de casos, alrededor del 5% del total. Tener un miembro en la familia con cáncer puede aumentar en cierta medida el riesgo de desarrollar ciertos cánceres, si bien, no es algo definitivo. Existen ciertas familias con una mutación en algún gen que puede ser heredada y predispone a algunos tipos de tumores como el gen BRCA en cáncer de mama. Estas familias tienen seguimientos más estrechos e incluso en algunos casos se les puede realizar algún procedimiento quirúrgico para reducir el riesgo de aparición.
Pero la realidad, es que muchas personas que tienen cáncer no tienen antecedentes familiares de la enfermedad y gran parte de las personas con antecedentes familiares de cáncer nunca desarrollan la enfermedad.
Algunos cánceres nunca ocasionan dolor. Uno de los aspectos principales al tratar el cáncer es prestar atención al dolor. Por lo cual es muy importante informar a su médico del dolor, ya que existen numerosos fármacos y procedimientos para tratarlo.
Aunque pueda parecer sorprendente, esto no es así. Porque seas diagnosticado con cáncer esto no significa que tengas que ser tratado en seguida sino que es posible esperar. Esto es difícil de decir a algunas personas y de entender. En el caso de algunos cánceres de crecimiento lento, en vez de dar paso a tratamientos invasivos, a menudo se mantiene un periodo de vigilancia en el que se observa si el cáncer se extiende o se mantiene estable. Estos cánceres incluyen por ejemplo, a los linfomas y leucemias de crecimiento lento así como a algunas formas de cáncer de próstata.
Algunas veces, la mejor opción es utilizar terapias que gestionan la enfermedad en vez de curarla y las personas pueden vivir durante años con el cáncer. En algunas circunstancias podría ser apropiado no hacer nada. Si se padecen otras enfermedades importantes, el cáncer podría no ser la amenaza más grave, o si se está en las fases finales de un cáncer se podría elegir no tratarlo, pero sí recibir cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida.
El cáncer, por lo general, tarda años en desarrollarse. El problema es que hay casos en que no causa síntomas hasta que no se encuentra en una fase más avanzada y en ocasiones muy poco antes de que el paciente fallezca. En la mayoría de los casos, salvo en aquellos tipos de cáncer para los que existen métodos de diagnóstico precoz, se diagnostican de forma casual al ir al médico por lo que se supone que es otra dolencia.
La acción protectora de frutas y verduras existe, pero no es nada si se compara, por ejemplo, con el peligro del tabaquismo, el alcoholismo, la obesidad o la vida sedentaria. Quienes comen mucha fruta suele ser en el contexto de una dieta completa y saludable que debería ser complementada con ejercicio físico regular y evitando al máximo conductas de riesgo.
No hay que confundir el estrés celular con el estrés psicológico. El estrés celular es un proceso bioquímico complejo que ocurre en el interior de la propia célula y que está relacionada con varias enfermedades, una de ellas, el cáncer, pero lo que las personas de la calle conocen como estrés, el que se refiere a la vida cotidiana, no produce cáncer, a no ser que se asocie a comportamientos de riesgo (tabaco, consumo excesivo de alcohol, etc.
Tras miles de estudios científicos realizados sobre una posible relación entre la exposición a los campos electromagnéticos y el cáncer, solo se ha podido demostrar que vivir a menos de 100 metros de un poste de alta tensión puede aumentar el riesgo de padecer un determinado tipo de leucemia en los niños, pero esto no ocurre en adultos. Respecto a microondas y teléfonos móviles, no hay ningún estudio, y se han realizado muchos, que demuestren esta afirmación.
Lo importante, ante cualquier duda, es consultar con tu médico. Un paciente no debe tener miedo a hacer preguntas a su equipo médico. Debe preguntar y establecer una relación de confianza. Nuestros equipos de oncología de HC Marbella, desde las enfermeras hasta los oncólogos y cirujanos pueden aclararte cualquier tipo de duda, por extraña que te parezca. No tengas miedo a preguntar.
febrero 1, 2018
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