La aparición en los últimos años de nuevas sustancias de abuso supone un reto, tanto para el personal sanitario que atiende a las personas que consumen estas drogas como para las familias a la hora de detectar de forma precoz el consumo para poder pedir ayuda especializada.
Los adolescentes son uno de los grupos más vulnerables entre otras muchas razones por la curiosidad y la necesidad que aparece a estas edades de experimentar nuevas sensaciones. También la conducta de imitación juega un papel importante, muchos buscan ser aceptados dentro de sus iguales adoptando las mismas costumbres del grupo. El consumo en esta franja de edad se ha disparado por la accesibilidad de sustancias como por ejemplo el cloretilo, que los jóvenes adquieren fácilmente sin prescripción médica para uso recreativo. El formato de presentación de muchas de las nuevas drogas con apariencia de gominolas, chupachups o los colores estridentes como el rosa las hacen más atractivas a nuestros jóvenes y desestigmatiza o banaliza su consumo.
Sin embargo, no siempre el uso es recreativo, en ocasiones estas sustancias se utilizan para mejorar el rendimiento académico y la concentración. El policonsumo es una situación frecuente que acarrea un riesgo importante de interacción de los distintos compuestos. En ocasiones los consumidores no asocian un riesgo claro al consumo esporádico, pero las nuevas drogas de síntesis tienen tanta potencia y toxicidad que una dosis única ya podría tener consecuencias graves para la salud.
Las nuevas drogas con sustancias de composición desconocida en muchos casos ya que muchas de ellas son mezclas de distintos componentes en dosis nada claras, lo que dificulta el abordaje de intoxicaciones, así como el tratamiento de deshabituación.
Los efectos de las drogas tradicionales como el alcohol, tabaco, cannabis y cocaína son bien conocidos por lo que nos centraremos en resumir las sustancias de reciente aparición.
Tradicionalmente éxtasis (MDMA), LSD y anfetaminas. Son sustancias psicoactivas que producen daño cardiovascular y en el cerebro. En el caso de las anfetaminas ampliamente utilizadas bajo prescripción médica para tratar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, desconocemos sus efectos a largo plazo y pueden aumentar la Tensión Arterial, aumentando el riesgo de enfermedad cardiovascular, por lo que no es recomendable consumirlas sin indicación de un especialista y sin un diagnóstico médico que lo precise.
Entre las nuevas presentaciones de las drogas de diseño se encuentran las que mencionamos a continuación:
- TUSI: la llaman cocaína rosa por su color y la presentación en polvo como la cocaína pero nada tiene que ver con esta. Es una fórmula combinada de compuestos como LSD y éxtasis (MDMA), ketamina y fentanilo. Sustancias que causan efectos alucinógenos, euforia, nerviosismo, excitación y sensación de falta de control. Esta droga se caracteriza por su exclusividad ya que el precio del gramo ronda los 100 euros. Cabe destacar su alta peligrosidad al tratarse de una forma combinada y con un alto nivel de adicción.
- PINK: CLEFEDRONA O 4-CMC, es un psicoestimulante que se consume en formato de pastilla por vía oral también se consume por vía nasal. Se diseña con colores llamativos como el rosa con el logotipo de rolex, también en color marrón, blanco, amarillo y beige. Los efectos que produce son similares al éxtasis y LSD. Se desconocen los riesgos del consumo a largo plazo, ya que esta sustancia ha aparecido recientemente en el mercado.
- KARKUBI: Conocida como droga de los pobres por su bajo precio y su fácil elaboración. El origen de esta droga se sitúa en las zonas más humildes de Marruecos. Su principal componente es el clonazepam (rivotril) que posteriormente se mezcla con hachís, harina y colorante rojo, alcohol o pegamento para conseguir efectos alucinógenos. También puede contener trankimazin u olanzapina en vez de rivotril. La combinación produce un potente efecto psicotrópico con alucinaciones, euforia y agresividad. Puede provocar problemas graves de salud en el consumidor como un coma.
Es un anestésico local que se utiliza en pequeños procedimientos quirúrgicos. El uso lúdico de este fármaco en fiestas, discotecas y ferias ha ido en aumento. Los jóvenes lo consumen inhalado en globos o echándolo directamente en la boca. Produce una sensación muy potente de euforia y desconexión de segundos de duración, pero no por ello es menos peligroso que otras drogas. Puede producir daño en las vías respiratorias y a nivel neurológico, dado que su uso recreativo es novedoso aún no conocemos con exactitud muchos de sus efectos secundarios.
Conocido como “el gas de la risa”, se ha convertido en una droga barata y popular entre los más jóvenes. Se trata de un gas con efecto anestésico utilizado durante muchos años en procesos odontológicos y quirúrgicos, actualmente en desuso en España. Se consume inhalado en globos que se rellenan con dispositivos utilizados en la industria alimentaria que contienen este gas, como por ejemplo los envases de nata montada. Los efectos se producen en menos de un minuto y duran entre 15 y 45 minutos. Puede producir falta de oxígeno, quemaduras en la boca o en el tracto respiratorio, convulsiones, arritmias y parada cardiorrespiratoria.
Conocida como “la droga zombie” debido a la alteración que produce en el comportamiento y la falta de control sobre el cuerpo que produce en el consumidor. Se trata de un opioide sintético, 100 veces más potente que la morfina que se utiliza en medicina para el tratamiento del dolor crónico bajo prescripción médica. Su retirada brusca produce síntomas de abstinencia que requieren tratamiento profesional. El efecto de una sobredosis es fatal pudiendo ocasionar la muerte.
Esta droga se está utilizando con frecuencia en países como Reino Unido en período de exámenes por los estudiantes. Se trata de un neuroestimulante empleado en enfermedades como la narcolepsia. También se utiliza para mejorar “la fatiga cognitiva” de enfermedades neurológicas como la Esclerosis Múltiple. Mejora el desempeño en procesos complejos de planificación, resolución de problemas y atención. Pero no debe utilizarse jamás como una sustancia para aumentar el rendimiento académico, desconocemos sus efectos secundarios a largo plazo en el cerebro. En estudiantes que se encuentran en pleno desarrollo podría resultar especialmente peligrosa.
Algunas señales de alerta son cambios en el comportamiento de la persona con conductas agresivas, tendencia al aislamiento, nerviosismo e hiperactividad.
Ante una sospecha consistente se debe pedir ayuda a personal cualificado para obtener pautas sobre cómo actuar. Abordar de forma adecuada y temprana la situación es muy importante.
Algunas medidas que han demostrado ser eficaces en la prevención son aportar información actualizada a los jóvenes así como mantener una comunicación cercana entre familia y centro-escolar que permita una detección precoz del consumo.
Conclusión
La aparición de nuevas drogas se ha convertido en un problema de salud pública que afecta especialmente a los adolescentes. Las nuevas presentaciones y mezcla de sustancias hacen difícil el manejo desde el punto de vista médico. La prevención y la información es la herramienta más útil de la que disponemos.
Si crees que tú mismo o alguien de tu entorno necesita ayuda, solicita valoración especializada en nuestro servicio de psiquiatría/psicología.
Dra. Cristina Garrido
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
julio 19, 2024
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