Para determinar el tratamiento más adecuado al sufrir un Ictus, el equipo de urgencias debe evaluar el tipo de accidente cerebrovascular que tienes y las áreas del cerebro que esté afecta. También deben descartar otras posibles causas de los síntomas que producen otras enfermedades neurológicas. El médico puede usar varias pruebas para determinar el riesgo que presenta un paciente de sufrir un Ictus, incluidas las siguientes.
El médico te preguntará a ti o a un familiar qué síntomas has estado teniendo, cuándo comenzaron y qué estabas haciendo cuando comenzaron. El médico luego evaluará si estos síntomas aún están presentes. También querrá saber qué medicamentos tomas y si has tenido alguna lesión en la cabeza. Te preguntará sobre tus antecedentes personales y familiares de enfermedades cardíacas, accidentes isquémicos transitorios y accidentes cerebrovasculares. El médico te controlará la presión arterial y usará un estetoscopio para escuchar el corazón y para escuchar el sonido de un zumbido (soplo) sobre las arterias del cuello (carótidas), que puede indicar una aterosclerosis. También puede usar un oftalmoscopio para verificar los signos de pequeños cristales de colesterol o coágulos en los vasos sanguíneos retinianos.
Te pueden realizar varios análisis de sangre, que le dirán al equipo de atención el estado de la coagulación sanguínea, si el nivel de azúcar en sangre es anormalmente alto o bajo, si las sustancias químicas sanguíneas críticas están desequilibradas o si puedes tener una infección. Manejar el tiempo de la coagulación sanguínea, los niveles de azúcar y otras sustancias químicas claves formarán parte de tu cuidado para el accidente cerebrovascular.
Una exploración por tomografía computarizada usa una serie de rayos X para crear una imagen detallada del cerebro. Una exploración por tomografía computarizada puede mostrar una hemorragia, un tumor, un accidente cerebrovascular y otras enfermedades. Los médicos pueden inyectar una sustancia en el torrente sanguíneo para ver los vasos sanguíneos en el cuello y el cerebro con mayor detalle (angiografía por tomografía computarizada). El médico puede usar diferentes tipos de tomografías computarizadas según tu situación.
Una resonancia magnética usa poderosas ondas de radio e imanes para crear una vista detallada del cerebro. Una resonancia magnética puede detectar el tejido cerebral dañado por un accidente cerebrovascular isquémico y hemorragias cerebrales. El médico puede inyectar una sustancia en un vaso sanguíneo para ver las arterias y las venas, y resaltar el flujo sanguíneo (angiografía arterial o venosa por resonancia magnética).
En esta prueba, las ondas sonoras crean imágenes detalladas del interior de las arterias carótidas del cuello. Esta prueba muestra la acumulación de depósitos de grasa (placas) y el flujo sanguíneo en las arterias carótidas.
En esta prueba, el médico inserta un tubo delgado y flexible (catéter) a través de una pequeña incisión, por lo general en la ingle, y la dirige a través de las arterias principales y dentro de la carótida o arteria vertebral. Luego, el médico inyecta una sustancia en los vasos sanguíneos para que se puedan visualizar en las imágenes por rayos X. Este procedimiento brinda una visión detallada de las arterias del cerebro y del cuello.
Un ecocardiograma usa ondas sonoras para crear imágenes detalladas del corazón. Un ecocardiograma puede encontrar el origen de los coágulos en el corazón que pueden haberse desplazado desde el corazón hasta el cerebro y provocaron el Ictus.
En esta prueba, el médico inserta un tubo flexible con un pequeño dispositivo (transductor) pegado a la garganta y baja hasta el tubo que conecta la parte trasera de la boca con el estómago (esófago). Debido a que el esófago se encuentra directamente detrás del corazón, un ecocardiograma transesofágico puede crear imágenes por ecografía claras y detalladas del corazón y de cualquier coágulo sanguíneo.
Fuentes: HC Marbella / Mayo Clinic
octubre 29, 2019
Leer otras noticias
Tfno.: +34 952 908 628
+34 609 148 799
952908898 Oncología
951829947 Ginecología