Eso es exactamente lo que le pasaba a Eli, la protagonista de nuestro artículo.
El suelo pélvico es el gran desconocido para muchas mujeres, que, aunque han oído hablar de él, no saben hasta qué punto una disfunción del mismo puede influir en su calidad de vida ni qué actividades pueden dañarlo.
Algunas mujeres toman conciencia de la importancia del suelo pélvico cuando empiezan a presentar los primeros síntomas indicativos de una disfunción del mismo, entre ellos el más común: la incontinencia urinaria.
El suelo pélvico es una red de músculos, ligamentos y tejidos que actúan como una hamaca para ofrecer soporte a los órganos pélvicos: el útero, la vagina, la vejiga, la uretra y el recto. Si los músculos se debilitan o los ligamentos o tejidos se distienden o lesionan, los órganos pélvicos o el intestino delgado pueden sufrir un descenso y protruir en la vagina. Si el trastorno es grave, los órganos pueden sobresalir del todo por la abertura de la vagina al exterior del cuerpo.
En todos los tipos, el síntoma más frecuente es la sensación de pesadez o presión en la zona de la vagina, como si el útero, la vejiga o el recto se estuvieran desprendiendo.
Por lo general, los trastornos del suelo pélvico se deben a una combinación de factores. Aparte del parto vaginal, estos son otros:
● El estreñimiento crónico: el esfuerzo a la hora de defecar puede dañar el suelo pélvico.
● Deportes de impacto: Algunas prácticas deportivas, como correr, ocasionan un aumento repetitivo de la presión intraabdominal.
● La obesidad: El sobrepeso está claramente relacionado con la debilidad de los tejidos de sostén de la vejiga.
● Mujeres que han sido sometidas a cirugía ginecológica o a tratamientos agresivos como radioterapia de tumores pélvicos.
El tratamiento conservador es, la mayoría de las veces, la primera forma de tratar los problemas de debilitamiento o daño del suelo pélvico. Si funciona, la fisioterapia perineal consigue fortalecer esta musculatura para dar a luz durante el embarazo y a recuperarse tras el parto. Se trata de medida tanto de tratamiento como de prevención.
El láser de CO2 es una novedosa tecnología que permite aplicar energía en el interior de la vagina. El calor que produce este láser favorece la formación de nuevo colágeno y aumenta el grosor de la pared vaginal. Se trata de una técnica eficaz sin efectos secundarios y no invasivo.
En HC Marbella haremos una valoración de tu musculatura pélvica y te ofreceremos el tratamiento más apropiado para tu caso.
“Un suelo pélvico debilitado afectará a nuestra sexualidad, dolor de espalda, nos provocará incontinencia de orina o prolapsos, e incluso problemas como escapes involuntarios de gases y de heces”, declara la Dra. Angela Escobar, desde la Unidad de ginecología de HC Marbella.
– No levantes mucho peso. Evita elevar cargas superiores al peso de tu bebé hasta que no hayas reeducado tu suelo pélvico.
– Tómate tu tiempo en el WC. No debes forzar o empujar con tus abdominales, tú intestino no va a vaciarse simplemente porque tú decidas que debe hacerlo.
– Si tienes pérdidas de orina cuando corres… ¡cambia de deporte! Aunque el Running esté de moda, el impacto de la pisada al correr es muy perjudicial para un suelo pélvico que no está lo suficientemente fuerte, ¡Pero no dejes de hacer ejercicio!
Especialista en Obstetricia y Ginecología
Mastología
julio 19, 2018
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