El uso de internet ha crecido exponencialmente en todo el mundo en los últimos años. La conexión a internet se ha convertido en una herramienta fundamental de trabajo, comunicación y ocio; y numerosos aspectos de nuestra vida dependen directamente de ella. En la actualidad, más de 5 billones de personas utilizan Internet, lo que supone un 67.9% de la población, y un crecimiento del 1392% en los últimos 22 años, según publicaciones recientes.
A pesar de que Internet se ha convertido en un instrumento fundamental en nuestro día a día, en los últimos años han comenzado a usarse términos como “uso problemático de internet”, “uso patológico de internet” o “adicción a internet” para referirse a Internet como un elemento capaz de desarrollar conductas adictivas y de dependencia. Ante las complicaciones derivadas de un consumo abusivo de Internet y la necesidad de abordar este problema, se realizó una revisión bibliográfica sobre cómo se desarrolla la adicción a nuevas tecnologías y su posible relación con otros trastornos mentales como la depresión.
A pesar de que no se encuentra entre los diagnósticos recogidos en la última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales propuesto por la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-V); son muchos los autores que proponen criterios diagnósticos que definan la adicción a Internet, entre los que se encuentran:
Además, se asume también que la adicción a Internet puede suponer un trastorno del control de los impulsos, a pesar de que éste no sea en torno al consumo de una sustancia.
Entre los estudios que tratan de describir el uso problemático de Internet, son muchos los que han investigado la posible asociación entre la adicción a Internet y otros trastornos psiquiátricos como la depresión. Revisiones previas han establecido asociaciones significativas entre la adicción a Internet y otras patologías como el alcoholismo, trastornos de la atención e hiperactividad y los trastornos de ansiedad. Los diferentes usos que se le dan a Internet pueden influir en esta asociación; detectándose problemas de adicción a Internet y trastornos psiquiátricos en el abuso de teléfono móvil, redes sociales, juego online y pornografía.
Durante los últimos 10 años, los estudios revisados relacionan la probabilidad de tener una adicción a Internet con la probabilidad de tener depresión. Algunos estudios sugieren que la adicción a internet comparte mecanismos biológicos con la depresión.
Además, se cree que la adicción a Internet podría reducir el efecto de algunos factores protectores para la depresión, lo que supondría un incremento de la vulnerabilidad para desarrollarla.
Uno de los hallazgos más interesantes, es la importante influencia de los niveles de autoestima como factor mediador para la aparición de depresión y adicción a Internet: los sujetos con baja autoestima tienen más riesgo de desarrollar una depresión y recurrir a Internet para intentar mejorar el concepto que tienen de ellos mismos. Sin embargo, un uso inadecuado de Internet puede tener efectos negativos sobre la autoestima. Este hallazgo puede adquirir gran relevancia entre los adolescentes, un grupo especialmente vulnerable para desarrollar adicciones y trastornos depresivos.
Como ocurre con otras drogodependencias, la hipótesis de la automedicación podría explicar también la adicción a Internet. Según esta teoría, personas que presentan sintomatología depresiva harían un uso excesivo de Internet en un intento de aliviar su malestar anímico. Esta situación daría lugar a un círculo vicioso en el que los efectos negativos del uso excesivo de Internet intensificarían los síntomas depresivos; y estos síntomas se intentarían aliviar recurriendo a Internet.
En cuanto otros factores clínicos que puedan influir en los hallazgos de esta revisión, patologías como el insomnio, la ansiedad o el estrés también están frecuentemente relacionadas con la depresión y la adicción a Internet.
Conclusiones
- Existe una asociación positiva entre la probabilidad de tener una adicción a Internet y la de tener depresión, que podría ser bidireccional; tener una adicción a Internet aumentaría el riesgo de tener depresión, y viceversa.
- La adicción a internet podría aumentar el riesgo de depresión de manera directa (actuando como un factor de riesgo) e indirecta (actuando negativamente sobre factores protectores).
- Una baja autoestima y el abuso de otras sustancias se asocia con una mayor probabilidad de presentar adicción a Internet y depresión.
- Conocer los riesgos, implantar medidas preventivas y solicitar ayuda profesional podría evitar complicaciones derivadas del uso problemático de Internet y otras patologías asociadas.
Si crees que tú mismo o alguien de tu entorno necesita ayuda, solicita valoración especializada en nuestro servicio de psiquiatría/psicología.
Dr. Luis Jiménez Suárez
Especialista en Psiquiatría
agosto 1, 2024
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