Es la infección de la parte más externa del oído, llamada Conducto Auditivo Externo.
La entrada de agua tras el baño produce unas condiciones de humedad que son el “caldo de cultivo” perfecto para que proliferen las bacterias, siendo la más frecuente la Pseudomona Aeruginosa. También pequeñas heridas producidas por el uso de bastoncillos o el rascado así como los eccemas y la estrechez del conducto auditivo en niños son condiciones que predisponen a que se produzca la infección.
El dolor puede producirse solo con el roce de la zona y en algunas ocasiones es tan intenso que impide el descanso nocturno.
En lactantes los síntomas suelen ser llanto continuo, irritabilidad o llevarse la mano hacia el oído afectado.
No se contagia entre las personas, dado que la mayoría de las ocasiones son nuestras propias bacterias las que proliferan al tener las condiciones idóneas con el aumento de humedad de la zona.
El tratamiento se realiza con antiinflamatorios orales y antbióticos tópicos en gotas como el ciprofloxacino que en muchas ocasiones asocian corticoides para disminuir el dolor y la inflamación del conducto.
Es importante evitar la entrada de agua hasta que desaparezcan los síntomas (siete días normalmente).
- Recomendamos el uso de tapones durante el baño en personas con otitis de repetición.
- Secar con una toalla la parte más externa del conducto para evitar que quede agua retenida.
- Sprays óticos con ácido bórico para secar el exceso de agua y proteger la piel.
- Evitar el uso de bastoncillos ya que el cerumen protege de las infecciones.
Siempre hay un otorrino en HC
Ante cualquier molestia, acuda al especialista en otorrinolaringología.
Dra. Cristina Garrido
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
julio 13, 2023
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