¿Te has dado cuenta de cómo se relaciona la música que escuchas con tu estado de humor? Cuando estás feliz sueles reproducir música con un ritmo movido y pegadizo mientras que si estás triste escoges algo más melancólico.
Para muchos la música es una gran inspiración, para el trabajo, cuando estudian, cuando hacen deporte, conduciendo o para relajarse o cambiar de estado de ánimo, pero ¿cómo realmente afecta la música a nuestro cerebro según la ciencia?
Los beneficios de la música en el cerebro son increíbles. Expertos aseguran que escuchar música o aprender a tocar algún instrumento es una manera de ejercitar el cerebro. He aquí 8 de las principales acciones de la música sobre nuestros cerebros.
Al parecer el tono de la música influye en como percibimos a los otros, no es solo una idea subjetiva de cómo nos sentimos, sino que algo cambia en la química de nuestro cerebro.
Un estudio realizado en Departamento de Psicología de la Universidad de Londres demostró que después de escuchar una pieza musical corta, los participantes fueron más propensos a interpretar la expresión de un rostro neutro a feliz o triste, para que coincidiera con la experiencia de la música que escuchaban en ese momento.
A muchos de nosotros nos gusta trabajar con música de fondo, pero si el volumen de ésta es muy alto podría afectar nuestra productividad sobre todo si desarrollamos un trabajo creativo. Resulta que un nivel de volumen moderado es el punto óptimo para la creatividad.
En un estudio con participantes a los que se les dio 6 semanas para que se conocieran mutuamente por parejas, al analizar los resultados hallaron que el tema más popular de conversación fue sobre la música.
Al parecer los participantes usaron la música como una forma de conocer la personalidad de los otros. Dados estos resultados, la investigación se encaminó a medir cómo la música puede ser una medida de la personalidad. El estudio utilizó cinco rasgos de personalidad para la evaluación: apertura a la experiencia, extraversión, amabilidad, responsabilidad y estabilidad emocional.
Los rasgos que fueron predichos con mayor precisión sobre la base de los hábitos de escucha fueron, apertura a la experiencia, extraversión, y estabilidad emocional. Un factor como la responsabilidad no fue fácil de predecir basándose en el gusto musical.
Otro estudio realizado con adolescentes y adultos jóvenes se centró en como la música afecta la conducción de un automóvil.
Los conductores se pusieron a prueba mientras escuchaban música de su propia elección, una música segura elegida por los investigadores o silencio. Los resultados arrojaron que quienes escucharon su propia música cometieron más errores y presentaronn un estilo de conducción más agresivo.
Aún más sorprendente fue que la música proporcionada por los investigadores resultó ser más efectiva que el silencio.
El aprendizaje de un instrumento musical puede ser beneficioso para los niños. Un estudio reveló que lo niños que tenían tres años o más de entrenamiento en un instrumento musical obtuvieron mejores resultados que aquellos que no tenían ningún entrenamiento, en las habilidades de discriminación auditiva y motricidad fina.
La música induce estados emocionales al facilitar cambios en la distribución de sustancias químicas que puede inducir estados de ánimo positivos y aumento de la excitación, lo que a su vez puede ayudar a la rehabilitación.
La musicoterapia, a través de la utilización clínica de la música, busca activar procesos fisiológicos y emocionales que permiten estimular funciones disminuidas o deterioradas y realzar tratamientos convencionales. Se han observado importantes resultados en pacientes con trastornos del movimiento, dificultad en el habla producto de un accidente cerebrovascular, demencias, trastornos neurológicos y en niños con capacidades especiales, entre otros.
Un estudio realizado con pacientes con Ictus mostró mejorías en la atención visual mientras escuchaban música clásica. Usaron como variables de control, sonidos neutros y el silencio para comparar los resultados y el silencio resulto ser la peor opción obteniendo los puntuaciones más bajos.
Debido a que el estudio se realizó con una muestra pequeña sus resultados no son muy fiables, sin embargo, resulta interesante esta correlación entre la música y otros sentidos como la visión.
O al menos puede ayudar a afrontar el estrés y la ansiedad asociados al estar sometido a un tratamiento de una enfermedad cardíaca coronaria.
Una revisión de 23 estudios que implican a casi 1500 pacientes encontró que escuchar música reduce la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la ansiedad en pacientes con enfermedades cardíacas.
Hay registros desde 1911, un investigador estadounidense, Leonard Ayres, encontró que los ciclistas pedalean más rápido mientras escuchan música que en silencio.
La explicación puede deberse a que mientras escuchamos música nuestro cerebro cambia su foco de atención y lo aleja de la sensación de fatiga y dolor, nuestro cuerpo se da cuenta de que está cansado y quiere parar de realizar ejercicio, envía señales al cerebro para que descanse, escuchar música compite con estas señales y ayuda a continuar con la actividad física.
Así que de la misma manera que el ejercicio nos hace más felices y saludables, no es sorprendente que la música añada un toque de éxito a todas nuestras actividades.
Fuentes: actualidadespsocologia.com/ Neuroscience Psychological science/ Harvard medical school
septiembre 11, 2019
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