La Gastroenteritis es un motivo de consulta muy frecuente por estas fechas, especialmente en familias con niños. Se trata de una inflamación del intestino y estómago.
Su causa puede ser infecciosa (virus) o intoxicación alimentaria por consumo de alimentos en mal estado. En la mayoría de las ocasiones la causa es vírica. En cuanto a las gastroenteritis de causa bacteriana, el Campylobacteres, es el agente bacteriano más frecuente en nuestro país. La transmisión de esta bacteria se produce generalmente a través de los alimentos especialmente en carne de ave cuando no está bien cocinada, menos frecuente es la transmisión de persona a persona o por agua.
- Malestar general
- Deposiciones líquidas y frecuentes
- Vómitos
- Fiebre
- Dolor de barriga tipo retortijón
- Deshidratación en casos severos
Se debe comer casi de todo según la tolerancia del paciente. La mucosa intestinal se recupera antes cuanto antes empecemos a comer.
Sólo debemos evitar alimentos ultraprocesados, chucherías y zumos ricos en azúcares o refrescos tipo coca cola. Estas bebidas empeoran la diarrea por el fenómeno de “diarrea osmótica”: Al tomar un líquido con alto contenido en azúcar nuestro cuerpo para diluirlo empuja el agua de nuestro organismo hacia el tubo digestivo empeorando la diarrea.
No está indicado retirar la lactosa sin indicación médica dado que esta práctica hace que la encima del intestino lactasa que digiere la lactosa deje de funcionar y al reintroducir nuevamente la lactosa tendremos una diarrea de rebote.
En niños debemos hidratar muy despacio para no desencadenar el vómito, con poquitas cantidades (sorbitos de agua o con cuchara).
En la mayoría de los casos el tratamiento es sintomático:
- Paracetamol para el malestar, fiebre y dolor abdominal.
- Probióticos para restaurar la microbiota intestinal.
- Sueros de rehidratación oral: Contienen todas las sales y azúcares que nuestro cuerpo necesita en la cantidad adecuada. Se pueden utilizar para prevenir la deshidratación si la diarrea y los vómitos son en cantidad abundante. No deben utilizarse bebidas para deportistas.
- Antieméticos como domperidona o metoclopramida, solo si los vómitos son muy frecuentes y bajo prescripción médica.
- Antidiarreicos como loperamida: no están recomendados salvo situaciones puntuales y pueden ocasionar complicaciones.
- La mayoría de los pacientes no se benefician de la toma de antibiótico, salvo casos puntuales donde la causa es una bacteria que precise tratamiento o en pacientes con mal estado general o inmunodeprimidos.
Si los síntomas persisten en el tiempo y hay empeoramiento de estado general puede ser necesario realizar analítica para descartar complicaciones como deshidratación o afectación de órganos como el riñón.
También una analítica de las heces (coprocultivo) para descartar causa bacteriana o parásitos intestinales.
Signos de alarma que nos deben hacer pensar en solicitar atención médica son fiebre de difícil control en domicilio, empeoramiento de estado general, dificultad para tolerar incluso los líquidos, sequedad de piel y boca, ojos hundidos y ojerosos, disminución de la cantidad de orina.
Se debe tener especial precaución en niños pequeños y ancianos por mayor riesgo de deshidratación.
¿Cómo prevenirla?
- Lavado correcto de manos: ¡la mayoría de estas infecciones se transmiten a través de nuestras manos!
- Correcta manipulación y lavado de alimentos (especialmente verduras y frutas)
- No beber aguda de ríos o fuentes no potables
- Actualmente disponemos de vacuna oral para uno de los virus que producen gastroenteritis con mayor frecuencia: rotavirus. La vacuna se administra a los dos y cuatro meses de edad.
Dra. Cristina Garrido
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
julio 1, 2022
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