Tradicionalmente, el cáncer se ha clasificado en función de su localización anatómica y se establecía el tratamiento en base al órgano afectado: pulmón, mama, colon, piel, sangre, etc. De esta manera, una persona diagnosticada de cáncer, usualmente recibía el mismo tratamiento que otras personas que tenían el mismo tipo y estadio de cáncer. Aun así, individuos diferentes podían responder en forma diferente y, hasta hace poco, los médicos no sabían por qué. Después de décadas de investigación, los científicos entienden ahora que los tumores de los pacientes tienen cambios genéticos que causan que el cáncer crezca y se disemine.
También han aprendido que los cambios que ocurren en el cáncer de una persona pueden no ocurrir en otros que tienen el mismo tipo de cáncer. Y los mismos cambios que causan cáncer pueden encontrarse en diferentes tipos de cáncer. Por ello, los investigadores saben desde hace un tiempo que es más preciso diferenciar cada tipo de cáncer en función del tipo de alteraciones en el ADN que dan lugar al desarrollo de cada tumor.
La esperanza de la medicina de precisión es que los tratamientos sean algún día totalmente afines a los cambios genéticos en el cáncer de cada persona. La idea de medicina de precisión no es nueva, pero los adelantos recientes en ciencia y tecnología han ayudado a acelerar el paso en este campo de investigación.
En la actualidad, si necesitas tratamiento para el cáncer, puedes recibir una combinación varios tratamientos: cirugía, quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia. Qué tratamientos recibirás, en general, dependerá del tipo de cáncer, de su tamaño y de si se ha diseminado. Con la medicina de precisión, la información acerca de los cambios genéticos en tu tumor puede ayudar a decidir cuáles son los tratamientos que funcionarán mejor para ti.
Para saber qué cambios genéticos hay en tu cáncer, puedes necesitar que te hagan una biopsia. Una biopsia es un procedimiento en el que tu médico extrae una muestra de tu tumor. Esta muestra será enviada a un laboratorio especial, en donde una máquina llamada secuenciador de ADN busca cambios genéticos que puedan estar causando que crezca el cáncer. El proceso de buscar cambios genéticos en el cáncer puede llamarse secuenciación de ADN, pruebas genómicas, perfil molecular o perfil tumoral.
La terapia dirigida es la base de la medicina de precisión. Se trata de un tipo de tratamiento del cáncer que actúa sobre los cambios que promueven el crecimiento, la división y diseminación de las células cancerosas. Al reunir más conocimientos acerca de los cambios celulares que causan el cáncer, los investigadores tienen más posibilidades de crear tratamientos prometedores que actúen sobre estos cambios o que bloqueen sus efectos.
La mayoría de las terapias dirigidas utilizan medicamentos micromoleculares o anticuerpos monoclonales.
● Los medicamentos micromoleculares son sustancias capaces de penetrar fácilmente las células, ya que cuenta con una masa molecular baja. Una vez está dentro de la célula, puede afectar otras moléculas, como las proteínas y provocar la muerte de las células.
● Los anticuerpos monoclonales son medicamentos que no pueden entrar a las células con facilidad. En lugar de actuar en el interior, se unen a blancos específicos que se encuentran en la superficie externa de las células cancerosas. Estos medicamentos aprovechan las funciones del sistema inmunitario natural para combatir el cáncer y pueden utilizarse en combinación con otros tratamientos oncológicos.
La mayoría de las terapias dirigidas ayudan a tratar el cáncer al interferir con las proteínas específicas que promueven el crecimiento y la diseminación de los tumores en el cuerpo. Tratan al cáncer de varias maneras diferentes y pueden hacer lo siguiente:
● Ayudar al sistema inmunitario a destruir las células cancerosas. Una de las razones por las cuales las células cancerosas pueden sobrevivir es porque logran esconderse del sistema inmunitario. Ciertas terapias dirigidas pueden marcar a las células cancerosas para que sea más fácil que el sistema inmunitario las encuentre y las destruya. Otras terapias dirigidas ayudan a fortalecer el sistema inmunitario para que funcione mejor contra el cáncer.
● Detener el crecimiento de las células cancerosas. Las células sanas del cuerpo generalmente se dividen para crear nuevas células solo cuando reciben señales fuertes para hacerlo. Estas señales se unen a las proteínas en la superficie de las células, indicando a las células que se dividan. Este proceso ayuda a la formación de células nuevas solo cuando el cuerpo las necesita. Pero algunas células cancerosas tienen cambios en las proteínas de su superficie que les indican que deben dividirse aunque no haya señales. Algunas terapias dirigidas interfieren con estas proteínas y así previenen que estas «digan» a las células que se dividan. Este proceso ayuda a disminuir el crecimiento descontrolado del cáncer.
● Detener las señales que ayudan a la formación de vasos sanguíneos. Los tumores necesitan formar nuevos vasos sanguíneos para crecer más allá de determinado tamaño. Estos nuevos vasos sanguíneos se forman en respuesta a las señales que provienen del tumor. Algunas de las terapias dirigidas están diseñadas para interferir con estas señales y prevenir la formación del suministro de sangre. Si no hay suministro de sangre, los tumores se mantienen pequeños. También puede suceder que si el tumor ya tiene suministro de sangre, estos tratamientos pueden causar la muerte de los vasos sanguíneos lo que, a su vez, hace que el tumor se reduzca de tamaño.
● Llevar sustancias destructoras a las células cancerosas. Algunos anticuerpos monoclonales se combinan con toxinas, medicamentos de quimioterapia y radiación. Cuando los anticuerpos monoclonales se unen a los blancos en la superficie de las células cancerosas, estas absorben las sustancias destructoras y esto hace que mueran. Las células que no contienen el blanco de tratamiento no sufren daños.
● Causar la muerte de las células cancerosas. Las células sanas mueren en forma controlada cuando están dañadas o ya no son necesarias. Pero las células cancerosas tienen formas de evitar este proceso de muerte celular. Algunas terapias dirigidas pueden hacer que las células cancerosas pasen por el proceso de muerte celular.
● Evitar que el cáncer reciba las hormonas que necesita para crecer. Algunos de los cánceres mama y próstata necesitan de ciertas hormonas para crecer. Los tratamientos con hormonas son un tipo de terapia dirigida que funciona de dos maneras. Algunas terapias con hormonas previenen que el cuerpo produzca hormonas específicas. Otras previenen que las hormonas actúen sobre las células, incluidas las células cancerosas.
Todo ello esto nos ayuda a poder personalizar el tratamiento de cada paciente.
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mayo 10, 2018
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