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Radiología. #Radiología Intervencionista

radiologia intervencionista en marbellaEn los últimos veinte años la radiología intervencionista ha cobrado impulso al ofrecer una alternativa importante al tratamiento quirúrgico.

 

En la mayoría de los casos los tratamientos de la radiología intervencionista suponen estancias hospitalarias más cortas, no requieren de anestesia general e implican menores riesgos, menos dolor y una convalecencia reducida en comparación con la cirugía tradicional.

 

¿Qué es la radiología intervencionista?

 

La radiología intervencionista es una subespecialidad de la Radiología en la que se utilizan técnicas de imagen para ejecutar procedimientos mínimamente invasivos. Algunos de estos procedimientos sólo tienen como fin el diagnóstico (ej. Angiograma), mientras que otros son realizados como parte de tratamientos específicos (ej. Angioplastia).

 

Se utilizan imágenes para dirigir los procedimientos radiológicos, que son usualmente ejecutados con agujas, guías y catéteres. Las imágenes proporcionan una guía que permite al radiólogo encaminar estos instrumentos a través del cuerpo hacia las áreas seleccionadas. Al minimizar el trauma físico del paciente, se reducen los ratios de infección, el tiempo de recuperación y se acorta la estancia hospitalaria postoperatoria.

 

La exposición a las radiaciones es una preocupación común entre los pacientes sometidos a procedimientos de radiología intervencionista. Como radiólogos, los intervencionistas utilizan técnicas que disminuyen la radiación al mínimo necesario para cada procedimiento.

 

Los equipos más modernos, como los instalados en el Centro de Diagnóstico por Imagen de HC Marbella cuentan con sistemas digitales de cálculo de dosis de radiación, con los cuales se hace control automático de los niveles exposición a la radiación. Todos los pacientes que puedan tener riesgos especiales relacionados con las radiaciones, por situaciones como el embarazo o por procedimientos en los que se anticipa una mayor complejidad y duración, reciben información clara al respecto, específicamente en cuanto a los riesgos y probables beneficios de su intervención.

 

La radiología intervencionista se utiliza para una gran variedad de procedimientos diagnósticos y terapéuticos.

 

Algunos ejemplos de los alcances de estas técnicas son:

 

Arteriografías o angiografías: mapas vasculares que permiten detectar lesiones y determinar su extensión.

 

Angioplastia, trombólisis e inserción de implantes endovasculares: tratamiento de lesiones obstructivas mediante medicamentos y catéteres con diferentes instrumentos asociados, que permiten dilatar o destapar las arterias ocluidas.

 

Los implantes endovasculares han remplazado a varias técnicas quirúrgicas, y pueden depositarse en estructuras arteriales variadas, como las arterias carótidas, principal fuente de irrigación cerebral, para prevenir embolias o derrames cerebrales.

 

Los aneurismas de la aorta abdominal se asocian a una alta mortalidad si presentan ruptura. Además de las técnicas quirúrgicas, de alto riesgo, es posible colocar implantes mediante técnicas de radiología intervencionista, con los cuales se puede reconstruir la más grande arteria del cuerpo, evitando su ruptura.

 

Embolización: oclusión intencional de vasos sanguíneos, utilizada en algunos casos de cáncer, para disminuir la irrigación de los tumores. Este tipo de tratamiento puede asociarse a la inyección de medicamentos que permiten controlar el crecimiento de tumores malignos. Las embolizaciones también se usan para controlar hemorragias y para bloquear aneurismas. Los miomas uterinos y otras lesiones benignas también pueden tratarse de esta forma, con un catéter que se avanza a través de una pequeña incisión en la piel, a través del cual se inyectan sustancias que hacen desaparecer este tipo de tumoraciones.

 

Drenaje de abscesos: inserción de catéteres a través de la piel, con los cuales se pueden evacuar abscesos abdominales y de otras regiones, que de otra manera requerirían de una intervención quirúrgica.

 

Drenaje biliar, el cual consiste en aliviar la obstrucción de los conductos biliares, causada por procesos benignos o malignos, en algunos casos con reconstrucción de los conductos biliares. En el sistema biliar, también se puede hacer extracción de cálculos y tratamiento de lesiones malignas del hígado.

 

De igual manera, se pueden avanzar catéteres al sistema urinario, para aliviar obstrucciones producidas por cálculos o tumores, mediante el procedimiento de nefrostomía percutánea. También se pueden inyectar medicamentos directamente en las arterias que irrigan tumores renales, para el control del cáncer.

 

En las lesiones de la columna, como los aplastamientos vertebrales por osteoporosis, se han llevado a cabo vertebroplastias, es decir, la inyección de cemento en el interior de las vértebras, para estabilizar las fracturas y controlar el dolor que estas fracturas producen. Otros tratamientos orientados al control del dolor en la columna incluyen los bloqueos espinales, es decir, la infiltración de sustancias analgésicas y antiinflamatorias guiada por imágenes al punto específico causante del dolor.

 

Para el diagnóstico de lesiones tumorales o de otro tipo en casi cualquier órgano, es posible avanzar agujas y tomar muestras o biopsias dirigidas, sin el riesgo asociado a la extracción de muestras de tejido mediante cirugía.

 

En algunos casos, la enfermedad de un paciente requiere de la administración de medicamentos especiales, que debe hacerse a través de catéteres llamados centrales, por su cercanía al corazón. También es posible que se requieran catéteres gruesos para diálisis o para hacer mediciones de la presión en el interior de las cavidades cardiacas. Se pueden hacer estos accesos venosos de una manera eficaz y segura.

 

En algunos casos de trombosis de las venas, es posible evitar la migración de coágulos desde las piernas hasta la circulación pulmonar, en donde pueden tener consecuencias graves, mediante la implantación de filtros en la vena cava, para impedir el paso de coágulos peligrosos hacia los pulmones. Estos filtros pueden ser permanentes o removibles, según necesidades de cada paciente.

 

Antes de someterse a procedimientos quirúrgicos, pregunte a su médico si existe una alternativa de radiología intervencionista que le ayude en su caso. Es muy probable que existan técnicas disponibles para facilitar su diagnóstico o para llevar a cabo un tratamiento menos invasivo en su caso.

 

Fuentes: CIRSE: Cardiovascular and Interventional Radiological Society of Europe; SERVEI: Sociedad Española de radiología vascular e intervencionista.

 

 

mayo 26, 2019

 

 

 

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