Actualmente, las enfermedades adictivas son un problema muy extendido. Entendiendo por enfermedad adictiva como una disfunción crónica de los mecanismos del cerebro de recompensa, motivación y memoria; lo que provoca manifestaciones biológicas, psicológicas y sociales.

Esto genera una incapacidad para abstenerse de la sustancia o el comportamiento adictivo, así como un deterioro del control de la conducta, del deseo, un desequilibrio de la respuesta emocional y un menor reconocimiento de los problemas importantes.

Las adicciones están asociadas al consumo de sustancias, pero también pueden estarlo a conductas inadecuadas en cuanto a control y uso de las mismas, lo que acaba afectando a la persona a distintos niveles. Los comportamientos asociados a estas adicciones no tienen por qué ser en sí mismos nocivos, es la falta de control y el abuso lo que los convierte en un problema. Las adicciones de este tipo más comunes serían las asociadas al juego, al sexo, al trabajo, las nuevas tecnologías (móvil, redes sociales, videojuegos).

Cuando el consumo de alcohol, sustancias estupefacientes, nuevas tecnologías, etc., se convierte en una necesidad y se hace de forma descontrolada nos encontramos ante una enfermedad progresiva, crónica y degenerativa a nivel físico. Esto puede afectar a casi todos los órganos del cuerpo y psicológicamente disminuye el estado anímico, causando muy frecuentemente depresión. Además de dañarse a sí mismo, la adicción también perjudica a sus familiares y amigos.