En caso de tener algún síntoma o hallazgo de sospecha de cáncer colorrectal el especialista realizará una primera evaluación antes de prescribirte distintas pruebas.
 
Durante la consulta valorará tus antecedentes personales y familiares, tu estado de salud y los posibles síntomas que puedas presentar. En algún caso es necesario realizar un tacto rectal para palpar cualquier posible alteración.
 
En caso de no tener síntomas el especialista te indicará cuales son tus factores de riesgo y qué pruebas son las más adecuadas y la frecuencia de estas, para llevar un control de detección precoz efectivo.

Test fecales

Existen dos tipos de test fecales para la detección de cáncer de colon.
 

Test de Sangre oculto en heces TSOH
 
Son sencillas pruebas que se realiza con el fin de presenciar algún resto de sangre no visible que este oculto en las heces. La toma de muestra la hace el paciente de manera sencilla en su domicilio con un KIT diseñado para ello. Una vez que toma la muestra la lleva la laboratorio para su análisis. El médico especialista será el encargado de interpretar los resultados de la prueba.

 

Test fecal multidiana de ADN y sangre:
 
Esta prueba combina la detección de hemoglobina con la detección de mutaciones genéticas asociadas al cáncer colorrectal a través de restos del ADN que son eliminados en las heces.

La colonoscopia es una prueba un poco molesta pero es la prueba más eficaz para detectar anomalías en nuestro intestino. Permite visualizar el interior de colon a través de un tubo flexible con una cámara integrada, que se introduce por el recto.
 
En caso de encontrar alguna sospecha, la colonoscopia permite obtener biopsias de tejido o incluso extirpar y resecar pólipos antes de que se conviertan en cáncer.
 

Con la muestra de tejido obtenido durante la colonoscopia se realiza un análisis anatomopatológico. Observando la muestra a través de un microscopio el patólogo determina un diagnóstico con certeza.
 
Si se detectan células tumorales el patólogo realizará distintas pruebas en el laboratorio con la muestra obtenida para clasificar mejor el tipo de cáncer y así poder planificar un tratamiento más dirigido, esto es lo que se conoce cómo medicina de precisión o personalizada.

Tomografía por emisión de positrones (PET)
 
El PET TC nos permite medir la actividad metabólica de las células de nuestro cuerpo. Para el procedimiento se inyectará un componente radiactivo con glucosa. Una vez que este componente se ha extendido por el cuerpo se realizara un escáner. La células tumorales, al ser más activas y de mayor crecimiento captarán la glucosa volviéndose más brillantes en la imagen. Esto permitirá observar si el cáncer se ha diseminado y la estadificación del tumor.
 
El PET TC es una prueba muy importante tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de la enfermedad ya que realizando estudios comparativos nos permite ver la respuesta que el paciente está teniendo al tratamiento.
 

Resonancia magnética
 
La resonancia magnética consigue una imagen detallada de las partes blandas del cuerpo a través de un potente imán que genera campos magnéticos.
 
Permite visualizar aquellos órganos donde se allá podido diseminar el cáncer, cómo hígado, cerebro, medula espinal. Es posible que durante el procedimiento se administre un contraste con el fin de visualizar mejor los detalles.