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Rinoplastia

La rinoplastia es la técnica quirúrgica que permite mejorar la forma, el tamaño y la apariencia general de la nariz. Siendo una de las cirugías más comunes entre hombres y mujeres, generalmente atiende a fines estéticos, aunque permite corregir a su vez otras deformaciones como las desviaciones del tabique nasal (septoplastia).

Técnica quirúrgica:

Podemos hablar de dos tipos de Rinoplastia:

 

▪ Rinoplastia Cerrada: Es la forma más común de Rinoplastia, en la cual la incisión o corte se realiza en el interior de los orificios nasales, de manera que no encontramos cicatriz visible exteriormente. El cirujano dará forma al hueso y a los cartílagos hasta conseguir la estructura deseada.

 

▪ Rinoplastia Abierta: Cuando se presenta un caso de mayor complejidad, como pueda ser la modificación de grandes deformidades, utilizamos este tipo de Rinoplastia, en la que el cirujano accederá a la estructura de la nariz a través de una pequeña incisión en la base de la nariz o columela; tras el posoperatorio, la pequeña cicatriz es prácticamente imperceptible.
La duración de esta cirugía oscila entre 1 y 3 horas, dependiendo de la técnica quirúrgica elegida; generalmente se utiliza una anestesia general y se recomienda una noche de estancia hospitalaria.

Tras terminar la intervención, hay casos en los es preciso utilizar una férula de yeso para proteger la nariz y calmar la inflamación, manteniendo la nueva forma. Esta férula ha de llevarla hasta que se lo recomiende el cirujano.

Los pacientes podrán volver a su vida normal una vez que se ha retirado la férula.

Técnica no quirúrgica:

La Rinomodelación o Rinoplastia sin cirugía es la alternativa para aquellas personas que no desean pasar por el quirófano para cambiar el aspecto de su nariz, optando por una técnica menos invasiva.