Dependiendo del diagnóstico de cada paciente, su médico especialista podría recomendarle sesiones de fisioterapia respiratoria para:
 

• problemas derivados de patologías respiratorias (enfisema pulmonar, EPOC, Asma, Sinusitis…)

 

• enfermedades neurológicas y neuromusculares (ELA, Esclerosis Múltiple, Parkinson, Lesiones medulares, parálisis cerebral…)

 

• mejorar la disnea y la capacidad respiratoria en pacientes crónicos

 

• mejora de la calidad de vida de pacientes encamados o en cuidados paliativos

• Diversas técnicas manuales o instrumentales para la prevención y corrección de alteraciones óseas y musculares enfocadas a favorecer la expansión del tejido pulmonar colapsado consiguiendo un modelo de respiración normal.

 

• Reeducación al Esfuerzo mediante un protocolo de ejercicios terapéuticos específicos para que el paciente pueda realizar las actividades de su vida diaria con la menor fatiga y esfuerzo.