El internista es un médico que asiste al paciente de forma global y holística, considera al paciente como un todo, no trata un órgano específico, trata el cuerpo humano en su integralidad.

Podemos hacer cierto paralelismo entre el médico internista y el director de orquesta. Cada órgano tiene una función, como cada músico tiene una partitura. El director de orquesta debe encargarse de unificar la interpretación de cada partitura. Cada instrumento tiene que estar coordinado con los demás.

En el cuerpo humano, si todo va bien, el cerebro, el sistema nervioso, el sistema endocrino, se encargan de esta coordinación. Pero cuando fallan uno o varios órganos, el cuerpo necesita ayuda del internista, que va a optimizar el tratamiento y vigilar que cada órgano pueda desarrollar su función en armonía con el resto del cuerpo.