Dr. Trigo, José Manuel
Director de Oncología, Investigación e InnovaciónDedicación Clínica en Cáncer de Pulmón.
Es muy importante realizar un diagnóstico de extensión (qué órganos aparte del pulmón están afectados) y el tipo histológico de cáncer de pulmón para poder realizar una decisión terapéutica correcta. Por todo ello, el proceso diagnóstico es muy relevante y a veces requiere de múltiples pruebas diagnósticas.
Dentro de las pruebas diagnósticas se incluye las mostradas a continuación. Sin embargo, tenga en cuenta que su médico puede solicitarle pruebas adicionales si son necesarias para llegar al diagnóstico.
A través de los rayos X, la radiografía de tórax, nos permite visualizar las estructuras internas del cuerpo y evaluar si existen áreas anómalas en los pulmones.
Generalmente la radiografía de tórax suele ser la primera prueba diagnóstica de imagen que le solicitará su médico. En caso de encontrar zonas sospechosas, su médico, podría solicitarle otras pruebas diagnósticas para estudiar el área con más detalle.
El Tac o tomografía computarizada permite toma imágenes del cuerpo en cortes o secciones desde diferentes ángulos que luego son reconstruidos mediante un sistema informático para obtener una imagen en 3 dimensiones más amplia y detallada.
El TAC torácico y abdominal permite evaluar el cáncer de pulmón y su extensión o no a los ganglios linfáticos regionales (de su alrededor) así como evaluar si existen metástasis a distancia.
Cuando el paciente con cáncer de pulmón va a ser sometido a un tratamiento con intención radical (cirugía, radioterapia o tratamientos radicales de quimioterapia) es importante verificar que el cáncer no se haya extendido al cerebro ya que su tratamiento se enfocará de forma local y podría quedar restos de la enfermedad no detectada.
En estos casos es imprescindible realizar un TAC o Resonancia cerebral para verificar que el cáncer no se haya extendido al cerebro.
Esta prueba diagnóstica, nos aporta información tanto anatómica cómo metabólica del tumor, de tal manera que además de permitirnos localizar lesiones también nos dicen cómo se comportan.
Se utiliza en los pacientes con cánceres de pulmón localizados en el TAC que deben ser sometidos a un tratamiento radical para asegurar que no existen metástasis a distancia.
Para un estudio del PET, se inyectan moléculas de azúcar radioactivo en el cuerpo. Las células cancerosas del pulmón y las metástasis absorben el azúcar con mayor rapidez que las células sanas, de forma que dan la imagen en el estudio del PET.
En HC Marbella cuenta con un PET TAC de alta definición de imagen que incorpora un sistema de gating respiratorio. Este sistema sincroniza la toma de imágenes del PET con el movimiento respiratorio, obteniendo imágenes mucho más nítidas de las lesiones pulmonares, permitiendo detectar micronódulos pulmonares. Gracias a esta tecnología se reducen en un 45% las biopsias pulmonares innecesarias ya que permite distinguir más nítidamente lo que es una lesión de los que no.
La biopsia pulmonar nos permite obtener una muestra de tejido de la zona sospechosa que será analizada por el médico patólogo.
Esta biopsia permite:
La realización de tests para determinar biomarcadores permite identificar si el cáncer de pulmón podría responder a terapias dirigidas o personalizadas que actúan contra estos biomarcadores. Si no existen estos biomarcadores la terapia personalizada no es efectiva
Durante la broncoscopia, el médico pasa un tubo delgado y flexible con una luz en el extremo a través de la boca o la nariz, a lo largo de la tráquea y dentro de las vías respiratorias de los pulmones.
Este procedimiento puede realizarlo un cirujano o neumólogo (médico especialista en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades pulmonares). El tubo permite que el médico vea el interior de los pulmones. Unos pequeños instrumentos dentro del tubo pueden extraer muestras pequeñas de tejido y líquido y retirarlas para que el patólogo las analice. Los pacientes reciben anestesia leve durante la broncoscopia.
Es un procedimiento quirúrgico para obtener una biopsia de las adenopatías mediastínicas. Esta técnica se realiza en pacientes que van a ser sometidos a cirugía.
A veces la biopsia ha de obtenerse pinchando el pulmón por medio de una punción a través de la pared torácica.
Después de adormecer la piel con un anestésico local, un radiólogo especialista, llamado radiólogo intervencionista, inserta una pequeña aguja en el tórax y la dirige directamente al tumor pulmonar.
El médico utiliza la aguja para aspirar una pequeña muestra de tejido para analizar. A menudo el radiólogo utiliza una tomografía de tórax o un aparato especial para radiografías llamado fluoroscopio para guiar la aguja.
Cuando existe líquido en la pleura a veces puede ser necesario realizar una punción del líquido de la pleura para analizarlo y este procedimiento se denomina toracentesis.
Se administra anestesia local y se inserta una aguja a través del tórax en un área entre el pulmón y la pared torácica donde se puede acumular líquido. El área de pulmón que acumula líquido se ve blanco en la radiografía de pulmón. Se señala el área donde se va a realizar punción. Posteriormente se extrae líquido y se analiza para detectar células cancerosas. Por último, se cura a paciente con apósito.
La espirometría es una prueba que permite conocer la capacidad pulmonar del paciente.
Es importante conocerla en aquellos pacientes que van a recibir cirugía y/o radioterapia pulmonar.
Dr. Trigo, José Manuel
Director de Oncología, Investigación e InnovaciónDedicación Clínica en Cáncer de Pulmón.
Dr. Aguilar PerezGrovas, Ricardo
Especialista en Neumología
Dr. Sedano Ferreras, Paula
Especialista en Oncología Radioterápica
Dr. García Baltar, José Antonio
Especialista en Radiofísica Hospitalaria
Dr. De Castro, Francisco Javier
Especialista en Radiología y Medicina Interna en HC Marbella
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