Es un tratamiento mínimamente invasivo para tratar el agrandamiento de la próstata.
 
Permite extraer todo el adenoma prostático que bloquea la uretra e impide el flujo de orina, mejorando la calidad de micción con resultado duraderos.
 
Su eficacia es similar a la de la cirugía abierta, pero con la gran ventaja de que no requiere incisiones por tanto disminuye posibles efectos secundarios y la estancia hospitalaria.
 
Permite conservar el tejido extirpado para poder ser analizado por un patólogo pudiendo detectar otras enfermedades como el cáncer de próstata.
 
La fotocoagulación que produce el láser mientras extraer el tejido minimiza al máximo el sangrado evitando posibles complicaciones quirúrgicas.

1. Un instrumento denominado receptor se introduce por la uretra hacia la vejiga. A través del este, el especialista pasará la fibra de láserpara realizar la enucleación del adenoma prostático. No se realiza ninguna incisión en la piel.

3. El adenoma enucleado se deposita en la vejiga y se extrae con un morcelador, aparato que trocea y aspira el tejido, permitiendo obtener muestra para su análisis anatomo-patológico.
 

• Solución definitiva ya que permite eliminar el tejido en su totalidad.

 

• Sin heridas. No requiere cuidados, curas o quitar grapas

 

• Mínimo riesgo de complicaciones, sobre todo hemorrágicas ya que la longitud de onda del láser permite coagular a la vez que realiza el corte de tejido.

 

• Poca estancia hospitalaria

 

• Rápida recuperación tras la cirugía

 

• Alivio de síntomas de forma duradera.

 

• No produce disfunción eréctil, ni alteración del deseo sexual.

 
Permite reincorporarse a la actividad diaria de manera muy rápida, 1 o 2 semanas tras la intervención.
 
La gran parte de los pacientes intervenidos no requieren seguir tomando medicación tras la intervención.