Con esta cita el jugador de béisbol Mickey Mantle hacía referencia al aumento de la esperanza de vida, al deterioro físico y mental que conlleva el paso del tiempo y a lo que podemos hacer para paliarlo.
El envejecimiento es un proceso natural, gradual e individual que afecta al cuerpo y a la mente. Desafortunadamente, es un proceso biológico que afecta a todos los seres vivos y difícil de aceptar.
Una cuestión muy planteada es en qué medida podemos intervenir en el proceso del envejecimiento. Se considera que el 25 % de la longevidad se debe a la genética. No obstante, tus hábitos y tu entorno pueden influir sobre esa longevidad y, especialmente, en su calidad.
Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es la consecuencia de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, un aumento del riesgo de enfermedad y finalmente, a la muerte.
- Fisiológico: Estos cambios son inevitables y comunes a todos los seres vivos. Resultan del uso y desgaste de los tejidos, órganos y sistemas, y están relacionados con la carga genética familiar o individual.
- Patológico: Se refiere a los efectos negativos acumulados por enfermedades o mutilaciones a lo largo de la vida.
- Condicionado por el estilo de vida Estos cambios están influenciados por factores como la actividad física, la alimentación, la exposición a la polución ambiental, el consumo de alcohol y tabaco, entre otros.
- Cambios en apariencia física
- Pérdida de elasticidad de la piel (arrugas, manchas, sequedad, …). Alteraciones en el cabello (canas o alopecia).
- Cambios en la capacidad física
- Pérdida de masa muscular, masa ósea, elasticidad y disminución de la resistencia al esfuerzo.
- Modificaciones de los sentidos
- Reducción de la capacidad visual (presbicia, cataratas, …).
- Merma de la capacidad auditiva (genera problemas de comprensión, comunicación, aislamiento, …).
- Cambios en la memoria
- Disminución de la capacidad cognitiva, dificultad para recordar nombres, actividades, …
- Aparición de enfermedad crónicas
- Por herencia y/o malos cuidados…
- Hipertensión arterial, diabetes tipo 2, hipercolesterolemia, enfermedades cardíacas y osteoarticulares, …
Cada uno de ellos tiene un impacto en nuestra calidad de vida.
- Por supuesto debemos tener siempre de referencia las pautas clásicas:
- Alimentación saludable
- Hacer ejercicio físico regularmente
- Mantenerse mentalmente activo
- Consultar de forma regular su médico por seguimiento de sus dolencias
Terapia hormonal
En el caso de la mujer la terapia hormonal sustitutiva puede ser una opción, muchas sociedades científicas actuales tienen opinión favorable. Por supuesto, siempre pautada y supervisada por su ginecólogo. Empezar tomarlas alrededor de la menopausia potencia los beneficios y reduce los riesgos. Podría ser menos favorable después de los 60 años o comenzar la terapia más de 10 años después de la aparición de la menopausia. Es importante individualizar cada caso, siempre con la ayuda de un médico.
Para el hombre, testosterona sí, con cautela. Usar testosterona para recuperar niveles normales tiene más beneficios que riesgos en la mayoría de los casos. Puede ayudar a preservar la masa muscular ósea, ralentizar la perdida de capacidades físicas y mejorar el estado anímico. En resumen, envejecer en mejores condiciones. Siempre bajo supervisión médica.
Suplementos con moderación y juicio
Con el envejecimiento, el cuerpo puede necesitar más suplementos por no poder absorber de forma correcta los nutrientes o que ya no comemos suficiente cantidad de ciertos alimentos.
Es importante medir ciertas vitaminas y minerales en una analítica de sangre para dosificar adecuadamente los suplementos necesarios. Por ejemplo, un exceso de vitamina D puede provocar hipercalcemia.
Moléculas para prolongar la juventud
Atención a todo lo que se puede encontrar en internet. El elixir de la inmortalidad aún no se ha encontrado.
Existe una lista exhaustiva de moléculas experimentales, pero queda mucho para investigar. Para poder confiar en sus beneficios tendría que:
- Ser segura y conocer la dosis óptima.
- Tener efectos directos sobre los mecanismos de envejecimiento.
- Haber sido testeada y demostrada en animales y después en humanos y, por supuesto, aprobada.
El impacto de tomarlas sería siempre muy inferior al que se podrá lograr mejorando hábitos.
No olvides nunca que tu alimentación e hidratación, así como tu estilo de vida (deporte, exposición a hidrocarburos, radiaciones, estados emocionales, sueño) influyen en la expresión de tus genes.
Dra. Nicole Martin
Especialista en Medicina Interna
mayo 13, 2024
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