Si bien el golf es un deporte de bajo impacto, está asociado con una cantidad considerable de lesiones. Muchas lesiones relacionadas con el golf son el producto de una mecánica corporal deficiente o de la sobrecarga. La parte lesionada con mayor frecuencia es la región lumbar, seguida hombros, codo, muñeca y la mano.
Sigue estos consejos para mantenerte en forma en el campo de golf.
El swing de golf es un movimiento complejo y coordinado que involucra todo el cuerpo. La repetición frecuente de este movimiento puede repercutir considerablemente en músculos, tendones y articulaciones. Y, con el tiempo, ocasionar una lesión.
Entender la mecánica del swing de golf puede ayudarte a prevenir lesiones causadas por este deporte. Intenta lo siguiente:
• Adopta la postura correcta. Párate con los pies separados de acuerdo con el ancho de los hombros y con una ligera rotación hacia afuera, y flexiona un poco las rodillas. Mantén la columna vertebral relativamente recta y el tronco inclinado hacia adelante; sin embargo, la mayor parte del movimiento debería provenir de las caderas. Evita encorvarte sobre la pelota, ya que esto puede tensar el cuello y la espalda.
• Mantén un movimiento fluido. La potencia del swing de golf proviene de una fuerza que, de forma fluida, se transmite a todos los grupos musculares, desde los tobillos hasta las muñecas. Si dependes de una sola parte del cuerpo para la potencia del golpe, es posible que seas más propenso a sufrir lesiones. Por ejemplo, hacer demasiado esfuerzo con las muñecas durante el golpe puede causar una lesión conocida como «el codo de golfista», que ocurre cuando se sobrecargan los músculos de la parte interna del antebrazo.
• No exageres el movimiento. Si balanceas el palo con mucha fuerza o mucha velocidad, puedes forzar las articulaciones. Relájate y da un golpe suave y fluido a la pelota. Los mejores golfistas tienen un ritmo uniforme, pero no necesariamente rápido para ejecutar el swing.
Otros consejos para no perder de vista el objetivo.
El swing de golf es solo una parte de este deporte. Ten en cuenta otras maneras de reducir el riesgo de lesiones causadas por el golf:
• Realiza ejercicios de calentamiento. Antes de practicar tu swing o de jugar un partido de golf, haz ejercicios de calentamiento durante al menos 10 minutos, como una caminata a paso ligero y rotaciones de caderas y tobillos. Estira tus manos, muñecas, antebrazos, codos, hombros, columna vertebral y pelvis. Balancea el palo de golf unas cuantas veces, aumentando gradualmente tu amplitud de movimiento.
• Comienza poco a poco. Podrías comenzar practicando el swing durante horas, creyendo que te servirá para el juego. Pero si tu cuerpo no está preparado para ese esfuerzo, la práctica repetitiva del swing de golf puede provocarte más daños que beneficios. En cambio, aumenta gradualmente la actividad hasta alcanzar tu nivel deseado.
• Fortalece los músculos. No necesitas tener músculos voluminosos para lograr un drive largo; sin embargo, cuanto más fuertes sean tus músculos, mayor será la velocidad del palo. Además, los músculos más fuertes son menos propensos a sufrir lesiones. Para obtener los mejores resultados, haz ejercicios de fortalecimiento muscular durante todo el año.
• Céntrate en la flexibilidad. El estiramiento regular puede mejorar tu amplitud de movimiento y posibilitar un swing más fluido.
• Aumenta la resistencia. La actividad aeróbica regular puede darte resistencia para tu desempeño en el campo. Intenta caminar, trotar, andar en bicicleta o nadar.
• Ten cuidado al levantar y llevar los palos. Los golfistas que transportan sus propios bolsos tienen más probabilidades de sufrir lesiones en los hombros o la espalda en comparación con otros golfistas. Si sacas palos pesados del maletero del automóvil sin cuidado, podrías lesionarte antes de llegar al primer tee de salida. Usa una técnica adecuada para levantar peso: Mantén la espalda erguida y usa la fuerza de las piernas para levantar el peso.
• Intenta evitar dar golpes a otros objetos que no sean la pelota de golf. Los golpes que se dan al suelo o al rough suelen causar lesiones en los codos y las muñecas.
• Escoge un calzado adecuado. Usa ropa cómoda y que te proteja del clima. Usa calzado de golf con tapones bajos. Los tapones altos se encajan en el césped y te impiden mover el pie mientras haces el swing, lo cual podría forzar las rodillas o los tobillos.
Recurre a un fisioterapeuta cualificado y con conocimientos de golf para que te ayuda a realizar un programa de ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad adaptados a tu condición física.
Fuentes. Mayo Clinic / HC Marbella Traumatology Service.
abril 9, 2019
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