Ya lo decíamos en nuestra publicación anterior sobre prostatitis, la próstata sigue siendo una gran desconocida para la mayoría de los hombres, algo alarmante teniendo en cuenta que el cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común en los hombres.
Como dijimos, la función principal de la próstata es producir un líquido que, junto con el semen, mejora la calidad de los espermatozoides y aumenta la fertilidad. Esto no tiene nada que ver con el deseo sexual o con la falta de erección.
Hoy tratamos otra patología muy frecuente en los hombres, la hiperplasia benigna de próstata o HBP.
La hiperplasia benigna de próstata es un agrandamiento de la próstata que ocurre en los hombres a partir de los 40 años. Las causas más comunes por las que se produce son el paso de los años y la presencia de hormonas masculinas. El crecimiento de la próstata puede ser de dos tipos: benigno o maligno. En el caso de que sea benigno se le denomina hiperplasia y en el caso de que sea maligno se le denomina cáncer.
La HBP comienza en una zona interior de la próstata, que crece hacia dentro, comprimiendo constantemente la uretra e interfiriendo con la micción. Este es uno de los motivos por los que en ocasiones la hiperplasia benigna produce unos síntomas tan molestos y difíciles de ignorar, al contrario que el cáncer de próstata, que a menudo es silencioso y sus síntomas tardan más en aparecer.
● Orinar con más frecuencia /levantarse por la noche a orinar /urgencia miccional.
● Dolor o molestias al orinar.
● Dificultad para comenzar la micción/ Goteo al terminar la micción.
● Sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga/ Retención de orina ocasional.
“Estos síntomas suelen ir asociados y van empeorando con el tiempo. En algunos pacientes puede ocurrir que la orina quede retenida en la vejiga, lo que puede causar distensión de la vejiga, crecimiento de bacterias y afectación posterior de las vías urinarias (uréteres) y del riñón, que puede desembocar en una insuficiencia renal” señalan desde la Unidad de Urología de HC Marbella.
Para realizar un diagnóstico correctamente, el especialista realizará una serie de pruebas que incluyen exploración física de riñones, ecografía de vejiga, testículos y próstata, flujometría: para valorar la fuerza caudal y de la micción, así como un análisis de orina y sangre, determinando el PSA, que es una proteína producida por las células de la próstata, además de ser un indicador de enfermedad prostática. Un valor de PSA alto indica alto riesgo de cáncer, pero también es posible que sea prostatitis o incluso hiperplasia benigna de próstata.
● Actualmente existen diversas formas de tratar esta enfermedad, desde un cambio de hábitos diarios, hasta compuestos naturales o tratamiento farmacológico aislado o combinado. En el caso de que los síntomas de la HBP no puedan ser paliados mediante el tratamiento farmacológico, la única solución posible es la cirugía (existen técnicas mínimamente invasivas con 1 día de estancia).
● Desde la Unidad de Urología de HC Marbella indican que «el crecimiento benigno de la próstata no pone en riesgo la vida de la persona, pero afecta la calidad de ésta, de modo que ante la presencia de síntomas es muy recomendable asistir al urólogo para determinar el tratamiento específico de acuerdo a su caso”.
● Es recomendable que los hombres mayores de 50 años revisen su próstata una vez al año para descartar la presencia de un cáncer de próstata.
septiembre 25, 2018
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