La demencia es un síndrome generalmente de naturaleza crónica o progresiva que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades básicas de la vida diaria más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal.
Aunque puede estar causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, la más frecuente es la enfermedad de Alzheimer y los infartos cerebrales.
En el mundo entero hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia y cada año se registran 7,7 millones de nuevos casos, lo que supone una enfermedad de gran impacto y a tener muy en cuenta.
Se calcula que entre un 5 y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un determinado momento y se prevé que el número total de personas con demencia prácticamente pase de 75 millones en 2030 a 135 millones en 2050.
La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero. Puede resultar abrumadora no sólo para quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención. La demencia provoca un gran impacto físico, psíquico, social y económico en cuidadores y familias.
Uno de los puntos más importantes es el que incluye la detección precoz de esta enfermedad. Ante los primeros síntomas o sospecha se debe acudir a un especialista para la correcta valoración y acertado diagnóstico del problema permitiendo un abordaje lo más precozmente posible que consigan retrasar su evolución.
No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva pero, en cambio, existen numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para retrasar su evolución, además de apoyar y mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familiares.
Desde HC Marbella animamos a la población a realizarse un diagnóstico precoz. Las terapias de rehabilitación cognitiva, la optimización de la salud física, del estado mental, de la actividad cotidiana y del bienestar junto con la identificación y tratamiento de enfermedades asociadas y la información y apoyo a largo plazo de cuidadores son los principales objetivos a conseguir para un abordaje adecuado de esta enfermedad.
Dr. Luis M. Pérez-Belmonte
Especialista en Medicina Interna. Doctor en Medicina/Neurociencias. Investigador Senior Enfermedades Cardiovasculares
junio 23, 2016
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